El descubrimiento de siete nuevos exoplanetas en el sistema Trappist-1, a 40 años luz de la Tierra, anunciado ayer por científicos de la NASA y publicado en la revista Nature, ha puesto sobre la mesa la posibilidad de la existencia de vida más allá de nuestro planeta. Sin embargo, el geólogo Jesús Martínez Frías, director de la Red Española de Planetología y Astrobiología, cree que debemos ser cautos antes de adelantar la posibilidad de existencia de vida extraterrestre.

“La habitabilidad consiste en que un planeta tenga las condiciones necesarias para ser habitable en un concepto amplio, desde los microorganismos más singulares hasta seres similares a nosotros”

“No debemos confundir habitabilidad con existencia de vida”, explica Martínez Frías. “La habitabilidad consiste en que un planeta tenga las condiciones necesarias para ser habitable en un concepto amplio, desde los microorganismos más singulares hasta seres similares a nosotros”, aclara este experto. En su opinión, el hecho de que un planeta pueda ser habitable “no significa que vaya a tener vida”.

el hecho de que un planeta pueda ser habitable “no significa que vaya a tener vida”

Martínez Frías aboga por no especular con la posibilidad de existencia de vida en los planetas recientemente descubiertos hasta no contar con evidencias palpables. “El universo es inmenso y sería absurdo pensar que estamos solos, pero es cierto que, hasta el momento, no tenemos ninguna prueba de existencia de vida en ningún otro lugar que no sea la Tierra”, defiende este geólogo y director del curso sobre Planetología y Astrobiología del Colegio Oficial de Geólogos (ICOG).

Existencia de biomarcadores

Para corroborar la existencia de vida en los nuevos planetas o en cualquier otro cuerpo celeste es necesario, asegura Martínez Frías, prestar atención a la existencia de biomarcadores. “Tenemos que ser muy restrictivos con el término ‘biomarcador’ y utilizarlo exclusivamente para aquello que está clara e inequívocamente relacionado con la vida”, subraya. Martínez Frías considera que la existencia de agua en un planeta es un geomarcador ambiental, “pero de ninguna manera un biomarcador, porque no es un compuesto orgánico relacionado con la actividad metabólica de un organismo”.

la existencia de agua en un planeta es un geomarcador ambiental, “pero de ninguna manera un biomarcador»

No obstante, este experto afirma que para que un planeta pueda contener vida, debe “estar vivo” desde el punto de vista geológico. Esta vitalidad geológica de un cuerpo planetario es, a su juicio, lo que hace que constantemente se estén creando, destruyendo y modificando lugares donde pueda emerger o desarrollarse la vida.

Definición de planeta

Martínez Frías también aboga por adoptar un concepto de planeta más amplio del usado en la actualidad teniendo en cuenta criterios geológicos por encima de las relaciones dinámicas entre distintos cuerpos. “La diversidad planetaria es enorme y no debemos clasificar tipologías en base a lo que tenemos en el sistema solar”, puntualiza. “Tal vez simplemente no necesitamos una definición de planeta, porque la variedad de objetos con estas características es tal que escaparía a nuestra concepción”, concluye.

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