Cristina Narbona, la ex-ministra de Medio Ambiente, ha sido considerada una heroína medio ambiental, según la revista ‘Time’Según la publicación “Como su mayor logro, Time apunta a su trabajo para frenar el urbanismo salvaje de la costa mediterránea y presionó con políticas que han convertido a España en un país líder en energías renovables”. Según el diario gratuito 20 minutos, que se hace eco de esta noticia “Narbona Ruiz fue alabada por los verdes, pero se ganó poderosos enemigos empresarios; cuando el nuevo Gabinete socialista se formó en 2008, se encontró sin trabajo”.

Un ministro, y sus asesores, no son entes abstractos dentro de una maquinaria que funciona sola, sino que pueden establecer unas políticas importantes y unas lineas que pueden condicionar a la Sociedad durante años.

Esta noticia debería hacernos reflexionar sobre la importancia de las convicciones de las personas que están en puestos de decisión. Un ministro, y sus asesores, no son entes abstractos dentro de una maquinaria que funciona sola, sino que pueden establecer unas políticas importantes y unas lineas que pueden condicionar a la Sociedad durante años. En el caso del fagocitado Ministerio de Medio Ambiente, aparte de lo que se señala en la noticia, y respecto a las aguas subterráneas, desde ese ministerio se pretendió mejorar la Ley de Aguas, creando un grupo de trabajo de expertos en Hidrogeología y buscando apoyos en todos los colectivos implicados, tanto económicos como técnicos, para solucionar los perennes problemas irresolubles del agua subterráneas y su explotación en España.

Sin embargo, dicha reforma quedó perdida en el limbo. Y ahora, con la crisis que viene, es posible que un gobierno excesivamente defensor del medio ambiente, puede resultar no muy práctico cuando se precisa mucha obra pública para salvar el sector de la construcción y recolocar al creciente número de parados. Además, la climatología, en este caso ayuda, por el momento. La sequía y sus infraestructuras y el cambio climático no ocupan ya los titulares de los periódicos.

Sin embargo, algo queda. En la actualidad se están redactando nuevos Planes Hidrológicos de la mayoría de las cuencas, en los que los colectivos pueden intentar que se recojan esas inquietudes. La participación ciudadana es fundamental. pero no nos engañemos, las aguas subterráneas son la cenicienta de estos planes.