María Dolores Pereira Gómez, Lola Pereira, es catedrática en el Departamento de Geología de la Universidad de Salamanca. Nacida en 1963 en Salamanca y con sangre portuguesa por línea paterna, esta geóloga amante de las novelas negras y de las series de televisión acaba de ser elegida miembro del comité ejecutivo de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS). Con motivo de este nombramiento, hemos charlado con ella.

– Antes de nada, enhorabuena por tu nombramiento. ¿Qué es lo que más ilusión te hace de formar parte de la ejecutiva de la IUGS?

Muchas gracias. Llevo trabajando en la IUGS desde el año 2012. Primero como responsable del grupo de trabajo de Piedra y Patrimonio (Heritage Stones Task Group) y después como presidenta del comité de publicaciones. Haber sido seleccionada por votación como miembro de la nueva ejecutiva es la confirmación de que están contentos con mi trabajo desarrollado durante estos diez años.

– ¿Es la Geología el “patito feo” de las ciencias naturales en España?

Todo lo contrario. La Geología es parte de nuestra vida. Todo lo que nos rodea es Geología, incluso las situaciones dramáticas que estamos viviendo: erupciones volcánicas, inundaciones, sequía y el temido cambio climático. El problema es que no sabemos llegar bien a la sociedad. No hemos sido capaces de transferir lo que significan las Ciencias de la Tierra y lo que pueden ayudarnos para entender lo que pasa en nuestro planeta.

– Eres la primera científica española que forma parte del comité ejecutivo de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas. ¿Faltan mujeres dentro de la geología o falta visibilidad para esas mujeres?

Las dos cosas. Por eso es tan importante trabajar en la importancia de la diversidad en las áreas de Ciencias e Ingeniería. No solo para que aumente el número de mujeres, sino para que estén en puestos de toma de decisiones. Las mujeres somos más “conservadoras” a la hora de promocionarnos. Es importante hacer saber nuestros logros y éxitos para que así podamos servir de modelos a las nuevas generaciones de científicas.

– Una de tus áreas de interés en la Universidad de Salamanca es el estudio de los geomateriales en la construcción. ¿Qué pueden enseñarnos las “piedras” sobre nuestra historia?

Las piedras lo enseñan todo. Es un material noble que lleva utilizándose desde el principio de la humanidad. Se usó para construir refugios, pero también para mostrar el poder y la importancia de las civilizaciones. El patrimonio construido en piedra debería estar más custodiado, porque su desaparición es la desaparición de parte de nuestra cultura.

– ¿En qué consiste el proyecto Global Heritage Stone, en el que participas?

Global Heritage Stone es un standard que se aprobó por la ejecutiva de la IUGS en 2017. El objetivo es reconocer a las rocas que se han utilizado en construcciones de interés, pero que no son conocidas a nivel mundial. Por ejemplo, todo el mundo conoce el mármol de Carrara, que se utilizó para hacer importantes construcciones y fue el material que utilizó Miguel Ángel para hacer sus fantásticas y reconocidas esculturas. Pero hay otras rocas que son desconocidas y sin embargo forman parte de edificios y monumentos que conoce casi todo el mundo. O al menos les suenan. Como la tumba de Napoleón, que está realizada con una cuarcita roja procedente de Rusia, la cuarcita Shoksha. Fíjate que los rusos eran los enemigos número uno que tenía Napoleón y ahora está enterrado bajo una piedra rusa. Gracias a la iniciativa de Global Heritage Stone, las características de esta roca y su importancia y las curiosidades asociadas a ella fueron presentadas en un congreso internacional y después publicadas en un trabajo también internacional. Anteriormente toda la información estaba en trabajos llamados “oscuros”, escritos en ruso y a los que muy poca gente tenía acceso. Durante el período en el que yo fui responsable de la iniciativa, se reconocieron 22 rocas como Global Heritage Stone. Actualmente el grupo está algo parado por la pandemia y por el cambio en la gestión, pero espero que pronto vuelva a dar conocimiento de nuevas piedras importantes para el patrimonio.

– Otra de tus áreas de interés es la innovación educativa. ¿En qué proyectos estás trabajando para acercar la geología a los estudiantes universitarios?

La Universidad de Salamanca estuvo muy volcada en los proyectos de innovación para ayudar al profesorado a implementar nuevas metodologías en la docencia. Al principio eran muy importantes las herramientas online. Ahora ya están implementadas en todas las asignaturas de los Grados de Geología e Ingeniería Geológica. Actualmente estoy colaborando con una compañera, Agustina Fernández, del área de Mineralogía, en promover las rocas ornamentales y los yacimientos y minerales industriales de la provincia de Salamanca. Estamos haciendo una colección de muestras que será expuesta en la Noche Europea de los investigadores e investigadoras a finales de este mes. Será muy interesante ver si los estudiantes sienten curiosidad para conocer estas materias primas, tan importantes por la actualidad que nos rodea, con escasez de materias primas.

También he donado a la Facultad de Ciencias de Salamanca toda la colección de minerales y rocas que he ido recogiendo por todos los países que he visitado en mis trabajos de investigación. Muchos son exóticos, como las zeolitas de India o los “granitos” azules de Brasil. Esta colección está en la entrada de la facultad y los estudiantes, sobre todo los de los primeros cursos, se sienten atraídos por su belleza, pero después también por su utilidad, pues tienen las descripciones para que sepa de dónde vienen y para qué sirven.

– ¿Qué es lo que te animó a dedicarte a la geología?

Siempre quise estudiar y trabajar en Ciencias Experimentales, pero no soy geóloga por vocación. Casi fue por descarte. Conocía a la encargada de la biblioteca de Geología que había entonces en el edificio de Ciencias. Ella me habló de la Geología y cómo se trataba de una carrera con grupos reducidos. Estudiar una carrera en la que puedes tener un contacto más estrecho con profesorado y compañeros y compañeras de aula es muy gratificante. Aunque también tiene sus inconvenientes. Me convenció.

– En tu perfil en la web de la Universidad de Salamanca afirmas: “Considero que la investigación que se hace con dinero público ha de revertir necesariamente en la sociedad”. ¿De qué manera puede el Departamento de Geología revertir la investigación que hace a la sociedad?

Sacando la investigación a la calle. Las personas muchas veces nos ven como grupos elitistas, que no compartimos nuestros conocimientos. En mi opinión, esto es porque casi todas las actividades se celebran en edificios y lugares de la propia institución universitaria. Los ayuntamientos y las plataformas de diferentes colectivos deberían animarse para que pudiéramos hablar a la ciudadanía sobre temas de gran interés relacionados con la Geología: la escasez de recursos, el calentamiento global, los riesgos naturales, los efectos de los materiales en la salud. Hay muchas materias que provocan rechazo por pura desinformación. Por ejemplo, la radiactividad o el asbesto. Son grandes desconocidos que pueden ser perjudiciales, pero también nos han ayudado y nos siguen ayudando en algunos contextos. A casi todas las personas que trabajamos en investigación nos gusta la divulgación científica y lo hacemos con gusto cuando nos llaman.

Aquí también podríamos aplicar lo que comentaba sobre la colección de minerales y rocas donada a la Facultad. Algunas de esas muestras las recogí yo en el campo, durante más de 30 años de campañas científicas; otras me las regalaron coleccionistas privados. Pero yo pude hacer esos viajes y esas campañas de campo con el dinero de investigación que procede de los impuestos de la ciudadanía. Es justo que esas muestras no estén en mis estanterías y cajones y toda la sociedad pueda verlos y saber de ellos.

Me gusta leer novelas, sobre todo novela negra y novela policíaca. Antes iba al cine varias veces a la semana. Ahora veo series y películas en plataformas.

Desde hace mucho tiempo solo viajo por trabajo. Congresos, reuniones de comisiones y evaluaciones… A veces son viajes muy largos, así que en vacaciones prefiero quedarme en casa.