La Organización Mundial de la Salud estima en 320,000 los ahogamientos que se producen en el mundo cada año. Muchos de estos ahogamientos se producen en las playas debido a los numerosos visitantes que reciben y los riesgos complejos asociados al litoral.

En España se producen cada año más de 400 ahogamientos

En España se producen cada año más de 400 ahogamientos en todos los medios acuáticos, no obstante, la mayor parte de ellos tienen lugar en la playa donde muchos de estos ahogamientos y rescates son causados por las corrientes de resaca o de retorno.

Para la prevención de estos ahogamientos se realizan grandes esfuerzos multidisciplinares a nivel internacional donde participan profesionales de la medicina de emergencia, ciencias de la educación física y del deporte, ingenieros, psicólogos, sociólogos, socorristas, etc.

Los estudios geológicos del litoral tienen mucho que aportar en este esfuerzo multidisciplinar incluyendo principalmente los aspectos de la dinámica litoral que influyen más directamente en la generación de los diferentes tipos de corrientes de resaca o de retorno que causan numerosos rescates y ahogamientos en la playa y cuyo desconocimiento está generalizado entre la población.

Según las condiciones específicas de cada playa (orientación, morfología, batimetría, sedimentación, erosión, así como las variables de dirección e intensidad de vientos, oleajes, corriente litoral, etc.) las corrientes de resaca que se originen tendrán unas características específicas para cada playa que deberán ser tenidas en cuenta en los análisis de riesgos correspondientes, así como en la generación de posibles alarmas.

Aparte de su impacto en la seguridad de la playa, las corrientes de resaca también tienen una gran influencia en la redistribución en la zona litoral de los sedimentos, nutrientes, contaminación, etc. Así mismo, también pueden ser influenciadas por las obras litorales (espigones, diques, etc.).

Los canales de erosión generados por las corrientes de resaca visibles en la playa, aumentan gradualmente su profundidad mar adentro y son también los mecanismos por donde se transporta la arena de la playa hacia zonas más profundas durante los temporales de invierno. Cuando estas pérdidas son excesivas se reclaman aportes procedentes de dragados o de canteras que en general son de poca duración, requieren grandes inversiones y causan un considerable impacto ambiental. La interacción de estos fenómenos está incrementando los daños en el litoral evidenciados por la borrasca Gloria en Enero 2020. 

Imparte: Antonio de la Cruz. Doctor en Ciencias Geológicas.