El temporal que ha sacudido la costa de Levante en la última semana y que ha causado cuantiosos daños económicos en zonas de Cataluña y la Comunidad Valenciana, “no es una anomalía, sino un fenómeno natural cada vez más frecuente”, ha explicado Manuel Regueiro, presidente del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG).
Regueiro recuerda que los temporales de Levante en el Mediterráneo con olas de más de 6 metros de altura, como las registradas la semana pasada, “tienen, como se ha visto, una enorme capacidad destructora”.
“Tenemos que hacer compatible la inevitable acción del mar con el uso del hombre de la costa del Mediterráneo”
“Tenemos un problema de convivencia entre el mar, por un lado, y el hombre, por el otro”, ha asegurado el presidente del ICOG. En su opinión, el Levante español tiene un evidente problema de sobreexplotación urbanística que se arrastra desde hace varias décadas y que es muy difícil de solucionar.
La densidad media de población de los municipios costeros es 3,8 veces superior a la media del conjunto nacional (92 hab/año), llegando a más de 10 veces sobre la media durante la época estival, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Eso ha hecho que los temporales marinos en España entre los años 1995 y 2014, ocupen el segundo puesto, tras las inundaciones, en cuanto al número de víctimas mortales causadas por catástrofes naturales, con 249 fallecidos, de acuerdo con las cifras registradas por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
“La costa del Mediterráneo es uno de los principales reclamos turísticos de España y tenemos que pensar cómo podemos hacer un uso racional de esos recursos turísticos y naturales”, ha aclarado el presidente de los geólogos españoles. No hacer nada cuesta mucho. Diferentes estudios han estimado que las pérdidas máximas por erosión costera para el periodo 1986-2016, serán superiores a 4.000 millones de euros.
En esta línea, el Colegio de Geólogos subraya algunos errores que se han cometido en el pasado, como la proliferación de puertos deportivos, la construcción de paseos marítimos y urbanizaciones en zonas de costa inundables o la explotación urbanística de las cuencas de los ríos de la vertiente mediterránea. Estas actuaciones no se han guiado por los indispensables mapas de riesgos que marca la ley del suelo y los trabajos de geomorfología del litoral para realizar infraestructuras preventivas y diseñar exclusivamente usos compatibles con la actividad natural.
“Se ha hecho una ocupación del litoral sin planificación alguna, y si cada vez observamos más daños en los temporales de Levante, es porque cada vez exponemos más infraestructuras a la acción del mar”, sostiene Manuel Regueiro.
Importancia de los mapas de riesgo
El presidente del ICOG considera que reconstruir las construcciones afectadas por el último temporal servirá de poco si no se toman medidas preventivas para evitar futuros daños. Para poner solución a esta situación, el Colegio Oficial de Geólogos apuesta por la elaboración de mapas de riesgo a escala de detalle en las poblaciones costeras.
Aunque actualmente ya existen mapas de riesgo en la costa española, se trata de unos mapas excesivamente simples y a escala 1:10.000, que solo proporcionan una idea del problema “pero no permiten valorar acciones de mitigación precisas a nivel de planeamiento urbanístico”, reconoce el presidente del ICOG. El Colegio de Geólogos propone hacer todas estas cartografías a escala de detalle entre 1:500 y 1:5.000 ya que es la necesaria para el planeamiento urbanístico.
“El uso de mapas de riesgo permitiría conocer qué infraestructuras y zonas presentan un mayor riesgo y actuar adecuadamente para tratar de reforzarlas o protegerlas Y al mismo tiempo serían una herramienta fundamental para la planificación de las acciones de Protección Civil”, ha explicado el presidente del ICOG. Regueiro ha precisado que la elaboración de estos mapas de riesgo es obligatoria según la ley española. “Lamentablemente, pocas poblaciones los llevan a cabo antes de elaborar sus planes urbanísticos”.