Tras las recientes inundaciones que han afectado intensamente al arco mediterráneo español en octubre 2018, el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) recuerda “la importancia de las infraestructuras verdes” para “retener, infiltrar y reducir el volumen de la escorrentía” que ha arrasado zonas urbanas provocando grandes pérdidas.
La clave es integrar pavimentos y presas permeables con colectores, biozanjas o barreras verdes para mejorar la resiliencia de los núcleos urbanos a las inundaciones
Así lo explica, Antonio de la Cruz, geólogo de la Escuela de Geología Profesional del ICOG y responsable del curso ‘Infraestructuras Verdes para la Prevención de Riesgos Geológicos’ que se imparte online a través del Colegio de Geólogos.
“Debemos entender las infraestructuras verdes en sentido amplio y no solo como vegetación, ya que existen infraestructuras grises como pavimentos y presas permeables que integradas con las infraestructuras verdes tradicionales (colectores de lluvias, biozanjas, estanques de retención, barreras verdes, jardines de lluvias, etc.) mejoran la resiliencia de los núcleos urbanos a las posibles inundaciones y promueven un entorno natural y urbano más adaptable al cambio climático”, señala el experto.
La región semiárida Mediterránea con vegetación esporádica es muy vulnerable a las inundaciones por las tormentas causadas por el fenómeno de la gota fría del otoño. “Los intensos caudales arrastran también grandes cantidades de sedimentos erosionados de laderas con escasa vegetación que incrementan los daños”, apunta.
Evitar asfalto impermeable y canalizaciones
Según Antonio de la Cruz, es importante evitar en los núcleos urbanos pavimentos y asfaltos impermeables, así como la canalización de ríos y arroyos. “Estas infraestructuras grises proporcionan un falso sentido de protección y son una autopista sin freno para las intensas escorrentías”, alerta.
Se trata de estructuras verdes bien planificadas, con la suficiente densidad en ríos, arroyos y sus afluentes, y con la revegetación adecuada
No se trata de aumentar indefinidamente la capacidad de drenaje de las infraestructuras grises con las obras de excavación correspondientes y los altos costes. Los resultados más sostenibles consisten en “retener, infiltrar y reducir el volumen de escorrentía mediante infraestructuras verdes”.
Por tanto, la solución no es drenar más, sino que llegue menos escorrentía a los núcleos urbanos y se aprovechen los excedentes para los períodos de sequía. En ese sentido las infraestructuras verdes urbanas y las del medio natural deben estar “bien conectadas e integradas para hacer las ciudades más habitables y seguras”.
Beneficios de las infraestructuras verdes
Además de la reducción de las inundaciones, las infraestructuras verdes aportan unos beneficios importantes como la estabilidad del terreno, infiltración de aguas superficiales y mejora de los acuíferos o absorción de CO2, etc.
El objetivo es evitar pavimentos y asfaltos impermeables y canalizaciones de ríos que son una “falsa protección”
Asimismo son esenciales para “hacer más seguro nuestro entorno” reduciendo riesgos geológicos. Mejoran la estabilidad de taludes, evitan la erosión y especialmente la prevención de desprendimientos y deslizamientos”, indica el geólogo.
Por último desde el Colegio de Geólogos se apuesta por formación multidisciplinar en infraestructuras verdes a través de cursos que incluyen numerosos casos prácticos a cargo de profesionales con amplia experiencia internacional que proporcionan una visión actualizada de este campo en la Unión Europea, Estados Unidos y China que recientemente ha desarrollado el concepto de “ciudades esponja” mediante infraestructuras verdes.