En España hay unos 200.000 hectómetros cúbicos de aguas subterráneas de los que cada año se extraen en torno a 6.000 hm3 para uso agrícola y abastecimiento de agua corriente, según datos del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG).

Aunque el estado de la mayoría de acuíferos españoles es satisfactorio, tanto desde un punto de vista cuantitativo (volumen de reservas) como cualitativo (calidad del agua), los expertos alertan del riesgo de sobreexplotación y, sobre todo, contaminación.

«Los acuíferos juegan un papel muy relevante porque sostienen el 70% de los abastecimientos de pueblos y ciudades de España», explica Fermín Villarroya Gil, profesor del Departamento de Geodinámica, Estratigrafía y Paleontología de la Universidad Complutense de Madrid.

El levante y el sureste de España son las regiones con mayor sobreexplotación de acuíferos

Su compañero de departamento, el profesor Agustín Pieren Pidal, añade que la recarga de los acuíferos es un proceso muy lento, «especialmente en zonas del levante y el sureste de la península, con graves problemas de sobreexplotación de las aguas subterráneas».

En las zonas costeras, esta sobreexplotación tiene como consecuencia la infiltración de aguas marinas en los acuíferos, lo que supone un problema de primera magnitud a nivel ecológico y de consumo. Este problema se ve agravado por las características de los acuíferos del levante y sur peninsular, formados mayoritariamente por rocas carbonatadas con poca capacidad de filtrado del agua.

«Las aguas subterráneas mantienen el caudal de base de nuestros ríos, evitando su desecación total en verano, y mantienen muchos ecosistemas como los humedales», subraya el profesor Pieren Pidal. Su sobreexplotación y su contaminación pueden poner en riesgo el abastecimiento de amplias zonas de población, especialmente en épocas de sequía, cuando se excavan numerosos pozos no autorizados.

En este sentido, el presidente del ICOG, Manuel Regueiro recuerda que los municipios deben pedir autorización para la extracción de aguas subterráneas a las confederaciones hidrográficas cuando estas se destinen al abastecimiento.

«Un buen conocimiento geológico de un acuífero nos puede decir su grado de vulnerabilidad», sugiere el profesor Villarroya Gil. «Es muy importante que las administraciones proporcionen los medios materiales y de personal necesarios para gestionar adecuadamente este tesoro oculto bajo nuestros pies», concluye este experto en hidrogeología.

Para ampliar información

Las aguas subterráneas y su importancia en el ciclo hidrológico (PDF)