El papel de la fotografía como instrumento científico se remonta casi a las épocas iniciales de esta técnica: a mitad del siglo XIX ya se utilizó en investigaciones botánicas y astronómicas. Pero no solo es una herramienta destacada en la investigación, sino también en la propia comunicación científica y en tareas relacionadas con la divulgación y la enseñanza.
En Ciencias de la Tierra, además, la fotografía se utiliza de forma cotidiana en casi cualquier tipo de trabajo, ya sea de carácter científico o aplicado. Aunque la fuerza de las imágenes para explicar una idea o un concepto es indudable, necesitan acompañarse de descripciones que expliquen o aclaren su contexto, así como detalles de otros aspectos: tamaños, materiales, procesos, edades, etc.
Las imágenes hoy proliferan y nos invaden a diario. La universalización de instrumentos que las captan, a un relativo bajo coste, y la masiva difusión de las mismas a través de internet han propiciado el fenómeno. Sin embargo, apenas se habla de las utilizaciones bastardas de las fotografías en la divulgación científica: los tratamientos de imágenes que las alteran sustancialmente, la tergiversación de su significado o la omisión de datos relevantes sobre las mismas son algunas de las trampas que, desgraciadamente, se utilizan para captar la atención o el entusiasmo de un potencial lector saturado visualmente.
La mayoría de las fotos que retratan este Parque han sido groseramente amañadas
Uno de los ejemplos más tristes de ello, por lo insistente y manipulador, lo encontramos en el Parque Geológico de Zhangye, a unos 30 kilómetros al oeste de esa ciudad septentrional de China. La mayoría de las fotos que retratan este Parque han sido groseramente amañadas. No para obtener un resultado que ayude a mejorar la calidad didáctica de las fotos, sino para engañar sobre uno de los aspectos más curiosos de estas rocas: sus variopintos colores. La comparación entre las fotos sin manipular y las adulteradas habla por sí sola.
El primero que publicó una denuncia al respecto, que yo sepa, fue el geólogo estadounidense Wayne Ranney en el año 2013, por lo visto sin demasiado éxito. Se han seguido reproduciendo estas patrañas tanto por importantes medios de comunicación y sitios web de todo el mundo como por colegas geólogos, de los que estoy seguro que han actuado de buena fe: yo también creí inicialmente que alguna de esas obscenidades fotográficas representaban adecuadamente la realidad.
El colmo del cinismo (o de la incompetencia, nunca se sabe) lo encarnó un conocido y respetado sitio web de divulgación geológica, Geology In: tras explicar que les costó gran trabajo creer que las fotos (adulteradas) eran reales, señalaban que habían sido “ligeramente (?) retocadas para realzar su color”. Y a continuación incluyeron otras fotos que consideraban más ajustadas a la realidad…, pero que eran igual de falsas. Para colmo, la publicación es una copia casi exacta de la aparecida en The Huffington Post, que ni siquiera citan.
Todo es tan disparatado que hasta la página oficial del gobierno de la provincia de Gansu, donde se encuentra el Parque, incluye una foto exageradamente manipulada
Para mayor inri, en los poquísimos casos en que aparecen explicaciones geológicas, estas son muy vagas e inexactas; algo que parece extraño, sobre todo teniendo en cuenta que el sitio está declarado Parque Geológico nacional. Lo cierto es que el lugar muestra una sucesión de capas de lutitas y de lutitas arenosas de la Formación Zhonggou, originadas a finales del Cretácico Inferior, entre hace 100 y 113 millones de años. Presentan una estructura monoclinal: los estratos tienen una idéntica dirección y el mismo pronunciado buzamiento o inclinación. Esta configuración estructural refleja los movimientos tectónicos ocurridos durante el Paleógeno, como consecuencia de la colisión entre la placa India y la Euroasiática.
Los abigarrados colores (los auténticos, claro) son el resultado de diferentes procesos de oxidación-reducción, que ocurrieron tanto durante su sedimentación como en la posterior meteorización. Como consecuencia de ello, hay una relativamente alta concentración en superficie de minerales compuestos por silicatos alumínicos enriquecidos en hierro, calcio y estroncio, que parecen ser los principales responsables últimos de las auténticas e intensas coloraciones, de acuerdo a los resultados publicados en 2015 por investigadores chinos en la revista Journal Sciences in Cold and Arid Regions.
MÁS INFORMACIÓN
- CaiXia Zhang, XiaoZe Li, Zhong Sun, JinChang Li (2015). Elemental composition and its environmental significance for the varicolored hills in the northern foothills of the Qilian Mountains of Sunan Yugur Autonomous County, China. J. Sciences in Cold and Arid Regions, 7 (3): 257-264.
- Si Chen, Hua Wang, Jun Wei, Zhenyu Lv, Huajun Gan, Siding Jin (2014). Sedimentation of the Lower Cretaceous Xiagou Formation and its response to regional tectonics in the Qingxi Sag, Jiuquan Basin, NW China. Cretaceous Research, 47, 72-86.
- Entrada del blog de Wayne Ranney, el primer geólogo que hizo público el fraude fotográfico
- Sobre el Parque Geológico de Zhangye, en la página oficial (en chino) del gobierno provincial de Gansu. Incluye una foto exageradamente manipulada (fecha de consulta 20/02/2018)
Tierra y Tecnología nº 51 | http://dx.doi.org/10.21028/jdv.2018.02.26 | Autor: Joaquín del Val. Ha trabajado como geólogo en plantilla del IGME (Instituto Geológico y Minero de España) y posteriormente en consultoras en Bilbao, Sevilla y Ecuador. Actualmente lo hace por su cuenta, ahora en un proyecto de investigación aplicada en Neotectónica y Geomorfología. Es autor del blog “Arte y Geología” y de la página de Facebook del mismo nombre, donde inicialmente publicó una versión algo más reducida de este artículo.