Estoy de acuerdo contigo amigo Nahúm, somos un grupo con poca visibilidad y nos cuesta llegar a la gente, y mira que ahora lo tenemos fácil con el, tan manido, asunto del “cambio climático”, Copenhague incluido. En esta época que nos toca vivir, tenemos una oportunidad de oro para expresar opiniones, hacernos un hueco en los medios, y para plasmar las inquietudes y conocimientos adquiridos durante nuestra formación. Como ya expresé en mi anterior “opinión”, creo que los geólogos somos el colectivo mejor preparado y con mayor perspectiva para enjuiciar los avatares de la historia geológica terrestre y así como los historiadores intentan conocer claves del pasado humano para extraer oportunas reflexiones, nuestro colectivo está formado para, al menos, hacerse oír en la interpretación de la evolución terrestre, en los cambios que han existido a lo largo de su historia, en los actuales y en hacer una prospectiva de los que pueden acaecer. Planteando los temas con rigor, tal como las Ciencias Geológicas nos enseñan, sin falsos alarmismos ni informaciones generalistas entreveradas de la ideología dominante al uso.
Creo que los sedimentólogos, por ejemplo, tienen mucho que decir acerca del intercambio iónico atmósfera-océanos, en lo que al ciclo del carbono se refiere y por consiguiente respecto al calentamiento global, ya que aumentando la temperatura aumenta la solubilidad, etc., etc. Los paleontólogos, sobre la evolución de las especies, desaparición de unas, sobre la aparición de otras, sobre el porqué de ello, etc., etc. Los geomorfólogos acerca de la evolución, por ejemplo, de los hielos en el Cuaternario, lo que puede dar muchas pistas sobre la retirada glaciar, porque ¿desde cuándo existe el retroceso?
Respecto a este tema, me viene a la memoria un reciente viaje a la Patagonia, donde a la vista de los glaciares andinos, resulta evidente que el retroceso se viene produciendo desde hace más de una decena de millones de años. Pero vamos, que ni siquiera hay que ir a Argentina, simplemente basta asomarse a las imágenes de “google” u observar mapas con la situación de los lagos de frentes glaciares, como el Nahuel Huapi, Viedma o Argentino.
Entonces ¿qué nos están contando tantas y tantas gentes sobre el futuro de la Tierra? ¿Dónde están los geólogos? ¿Cuantas conferencias y debates se organizan sobre el cambio climático, sin su presencia? Y lo más importante ¿qué presupuestos se manejan, si hasta existe un organismo de la ONU, el IPPC, promocionando el tema? Es como si en los debates de la OMS o en el de la gripe A faltaran los médicos, o en el de las “vacas locas” no estuvieran representados los veterinarios.
Quizás seamos un colectivo joven y no tengamos masa crítica suficiente para alcanzar cotas de decisión, pero sí, al menos, de opinión. Somos ya muchos los geólogos (bastantes en diversos organismos de investigación e incluso algunos estarán relacionados con estos asuntos) para hacernos notar y no solo cuando nos piden el parecer sobre “catástrofes”. Tampoco se observan, a nivel internacional, geólogos o asociaciones que cuestionen el modelo, salvo algún que otro colega universitario aislado, al que se le presta escasa atención.
Y sin embargo, una salvedad, los colegiados lo tenemos más claro, ya que según las últimas encuestas (25/02/09), la mayoría estamos de acuerdo en que faltan datos que permitan aseverar que el ser humano es responsable del cambio. Todo esto no quiere decir, ni muchísimo menos, que no seamos limpios y que contaminemos el planeta. Nada tiene que ver la evolución climática, en uno u otro sentido, con la visión tan simplista existente en la sociedad.