Va perdiendo energía la ciclogénesis explosiva que desde ayer noche afecta con dureza a Galicia, a toda la zona cantábrica y a Cataluña. Este tipo de tormenta, cuyos efectos se popularizaron en la película “Tormenta perfecta“, ya ha derribado multitud de árboles y tendidos eléctricos, ha levantado tejados y equipamientos urbanos y, lo que es peor, ha provocado pérdidas humanas, entre las que se cuentan varios niños. La perturbación se creó en el Atlántico al confluir una masa de aire cálido subtropical y otra mucho más fría que llegó del norte, según informó ayer la Agencia Estatal de Meteorología. La intensidad de la fuerza del viento en algunos lugares de Cataluña ha superado las previsiones. En el parque eólico de Mediona se han registrado 214 km/hora, y en Bonastre 179 km/ hora.

Una vez más la opinión pública se pregunta si se adoptan suficientes medidas preventivas ante estas situaciones. ¿Qué acciones se deben tomar? Obviamente no podemos modificar la fuerza de la naturaleza, pero si podemos prepararnos mejor y aumentar la resiliencia ante los desastres. Una de las acciones esenciales es informar y educar a la ciudadanía para que adopte precauciones ante los peligros naturales. Es lamentable que después de tantos avisos públicos ante fenómenos extremos todavía no exista suficiente concienciación sobre las medidas de autoprotección que se deben tomar ante los efectos de los peligros naturales. Y más lamentable es que algunas autoridades educativas, como por ejemplo las de la Comunidad de Galicia, hayan eliminado en el curriculo escolar asignaturas como la Geología, privando a los jovenes estudiantes de un aprendizaje necesario sobre el medio y los procesos naturales, entre los que figuran aquellos que originan fenómenos peligrosos extremos.

Urge reclamar a los poderes públicos que mejoren la comunicación a la sociedad en el ámbito de los riesgos naturales, que refuercen las actuaciones educativas sobre las Ciencias de la Tierra para que la sociedad comprenda y adopte prevenciones ante fenómenos relacionados con procesos atmosféricos y geológicos extremos, y para que esté en condiciones de afrontar sus efectos con la sensibilidad y la responsabilidad necesarias. En este sentido, apoyamos desde estas páginas el manifiesto promovido por la Plataforma Geología Viva (Plataforma gallega para la defensa de la geología en bachillerato), difundido y apoyado desde la Asociación Española para la Enseñanza de las Ciencias de la Tierra (AEPECT), para la defensa de la geología en el bachillerato.