Su Alteza Real D. Felipe de Borbón, Príncipe de Asturias, nombrado Geólogo Honorífico por el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos

La distinción le fue entregada en el transcurso de la audiencia que don Felipe concedió a una amplia represen­tación del ICOG, el pasado 10 de septiembre de 2003, y que tuvo lugar en el Palacio de la Zarzuela de Madrid.

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Como es costumbre en el Colegio, la Junta de Gobierno, en la sesión anterior a la Asamblea General anual, aprueba las distinciones que de­ben ser comunicadas a dicha asamblea para su ratificación. Así, en su sesión de abril, el ICOG aprobó nombrar Geólogo Honorífico a don Felipe de Borbón, Príncipe de Asturias. Junto con ese nombramiento también se distínguió como Colegiado de Honor a Juan Luis García Acedo y, como Miembro de Honor, al geólogo norteamericano Walter Álvarez. En abril de 2003, la Asamblea General del ICOG ratificó por unanimidad todas las distinciones.

El nombramiento del Príncipe como Geólogo Honorífico estaba justificado por su posición favorable en la defensa del medio ambiente y del patrimonio geoló­gico. Son conocidas sus participaciones en series televisivas relacionadas con la naturaleza, así como sus manifestaciones y deseos de la protección de la costa es­pañola ante tanto desarrollismo salvaje. Una posición tan clara y contundente por el respeto a la naturaleza y el desarrollo sostenible debía ser recompensada públicamente por una institución profesional como es el Colegio de Geólogos.

El nombramiento del Príncipe Felipe como Geólogo Honorífico estaba justificado por su posición favorable en la defensa del medio ambiente y del patrimonio geológico

A partir de la fecha de su nombramiento, se fueron sucediendo los contactos entre el Colegio y la Casa Real para acordar el momento y lugar de la entrega de la distinción. Realmente el acuerdo se resolvió de forma rápida y precisa. El 31 de julio, el Colegio recibe una carta del Secretario del Príncipe comunicando que la entrega se haría en la audiencia fijada para el 10 de septiembre, en el Palacio de la Zarzuela. A pesar de las vacaciones, el personal del colegio se movió con diligencia para preparar correctamente el acto de nombramiento. Había que preparar el acta, comprar la bandeja, grabar la inscripción del nombramiento, y comprar un regalo como recuerdo de la audiencia. No era la primera vez que esta situación ocurría, pues ya en la anterior audiencia, en septiembre de 1998, también hubo que preparar todo en agosto, una fecha en que parte del personal del Colegio y muchos de sus proveedores están de vacaciones.

La Audiencia

Como estaba previsto, el miércoles 10 de septiembre, a las 12:55 horas, comenzó la audiencia que Su Alteza Real Don Felipe de Borbón concedió a una amplia representación de la Junta de Gobierno del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos, los Consejos de Gobierno de las delegaciones de Aragón, Asturias, Cataluña y País Vasco y la Junta Gestora del Colegio de Geólogos de Andalucía. Aunque el ICOG había invitado a la Ministra de Medio Ambiente o a algún otro representante del ministerio a acompañamos, nadie pudo acudir, pues las fechas veraniegas dificultan siempre el ajuste de agendas con la administración.

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Don Felipe saludando al presidente del Colegio.

La llegada a palacio se hizo en un au­tocar y, una vez dentro del edificio, se nos paso a una sala de espera muy bien decorada en la que sobresalía, entre otras cosas, una magnífica colección de minerales dentro de una vitrina. A los pocos minutos de estar en la sala se presentó el ayudante del Príncipe que, con una cordialidad exquisita, se excusó por el «pequeño» retraso que se estaba pro­duciendo debido a las audiencias ante­riores. También nos explicó el desarro­llo habitual de las mismas y nos invitó a repartimos entre la sala que ocupába­mos y otra contigua que acababa de quedar libre para que estuviéramos más cómodos. Todo un detalle de agradecer pues el calor era intenso y los asistentes muchos. La espera se prolongó unos pocos minutos más pero se hizo muy llevadera pues los intercambios de con­versaciones entre los presentes contri­buyó a hacerla más agradable.

Después de ese preámbulo de espera en la antesala del salón principal, se nos invitó a entrar en la sala de audiencias. Que éramos muchos ya lo sabíamos nosotros; hasta el propio don Felipe, al entrar en el salón, no pudo evitar elevar las cejas, en un instinto propio de sorpresa, y  exclamar de manera espontánea: ¡Cuantos son! Las primeras sonrisas aparecieron en la cara de todos los presentes.

La audiencia, como es protocolario, comenzó con el saludo individual de don Felipe a cada uno de los asistentes, a los que iba presentando el presidente del Colegio. Posteriormente,  todos salimos al exterior del edificio para hacerse la foto oficial de conjunto en la escalinata de palacio; esa foto que distribuyen las agencias y que publica habitualmente la prensa, cuando la publica.

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Don Felipe dirigiéndose a los asistentes.

Una vez regresados al interior, las pri­meras palabras de don Felipe fueron de excusas por el retraso en el comienzo de la audiencia debido, según explicó, a los pequeños retrasos que se habían acumu­lado en las tres audiencias anteriores. El presidente del lCOG, Luis Suárez dio lectura al discurso que tenía prepa­rado, destacando, entre otras cosas, el agradecimiento por recibir los en au­diencia y, las razones del nombra­miento de Geólogo Honorífico. Asi­ mismo, aprovechó la coincidencia de que este año se cumple el vigésimo quinto  aniversario  de  la  creación  del Colegio de Geólogos, para invitar a don Felipe a presidir los actos conmemorativos del evento, que tendrán lugar el próximo mes de diciembre. Al final del discurso, Suárez solicitó al secretario, Manuel Regueiro, que diera lectura al acta de la Asamblea General donde se aprobó el nombramiento de Geólogo Honorífico. Al concluir la lectura, Regueiro le entregó a don Felipe el acta y, seguidamente, el presidente entregó a su Alteza una bandeja de plata con la inscripción del nombra­ miento. A continuación, Suárez le impuso la insignia de oro del Colegio y le hizo entrega de un extraordinario pez fósil ( Priscacara serrata, del Eoceno, 40-60 millones de años, de la Formación Green River de Wyoming, EEUU) como recuerdo de la audiencia.

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El presidente entrega el fósil a don Felipe.

Su Alteza, sorprendido por este último obsequio, destacó su belleza y la calidad de la presentación.

Siguiendo el orden del acto, don Felipe contestó al discurso del presidente agradeciendo el nombramiento y las distinciones recibidas. Afirmó que se sentía un geólogo más y animaba al colectivo de geólogos a que continuara con su buena labor profesional y social, tal y como venían haciéndolo hasta ahora. Sus palabras, aunque dentro del protocolo habitual de las audiencias, transmitían sinceridad y satisfacción e incluso estuvieron impregnadas de cierta ironía cuando comentaba que él, por su edad (35 años), entraba perfectamente en la edad media de los geólogos españoles tal y como había señalado el presidente en su discurso.

Una vez superada esta parte de la audiencia, más o menos protocolaria, los asistentes abandonaron sus puestos en el límite de la alfombra y, acercándose a don Felipe, pasaron al diálogo abierto y algo más informal. Suárez, que en su discurso ya había trazado las líneas maestras del objeto principal de nuestra visita, comentó a su Alteza la existencia de la ONG Geólogos del Mundo y dio la palabra a Ángel Carballo, presidente de la ONG, para que explicara la naturaleza y objetivos de la organización. Carballo destacó que la actividad profesional de ayuda al exterior la estaban realizando en países como El Salvador o Malí, apoyados por distintas administraciones españolas, empresas, entidades religiosas y fundaciones privadas extranjeras. Expuso que los proyectos de ayuda se centraban en acciones de infraestructura muy necesarias para la vida cotidiana. Muchas de las acciones consistían, principalmente, en la captación de aguas subterráneas para abastecer pequeñas poblaciones que los gobiernos de esos países no pueden acometer. Señaló, igualmente, la satisfacción de esas po­blaciones locales que reciben la ayuda española a través de esta ONG.

Salvador Mirete recordó al Príncipe su participación en la serie documental, La España Salvaje, coproducida en los años 1997-98 por Televisió n Espa­ ñola, Grupo Teneo y Adena/WWF, su­giriéndole que se podía hacer una serie similar de contenido geológico conto­ mas desde helicóptero. Don Felipe, haciendo nuevamente gala de su gran sentido del humor y expresividad, le espetó rápidamente que entonces se pondría el casco, mientras hacía ademán de ponerse uno. Barrera comentó que, sin necesidad de tener que realizar una serie de ese tipo, que, sin duda, se­ría muy interesante, se le invitaba a visitar Las Médulas (que el príncipe no conoce, según palabras propias) o la ruta de las icnitas (huellas de dinosaurio) de La Rioja, que el Colegio ha apoyado, en fechas próximas, para que sean declaradas Patrimonio de la Humanidad.

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El secretario del ICOG, Manuel Regueiro, da lectura del acta de otorgamiento.

Regueiro informó al Príncipe que, conjuntamente con su nombramiento, el ICOG también había aprobado nombrar miembro de Honor al geólogo norteamericano Walter Álvarez. Álvarez, bisnieto de un asturiano emigrado a América e hijo de Premio Nóbel, ha destacado en el mundo de la geología por ser autor de la teoría del impacto meteorítico, para explicar la extinción de los dinosaurios. El Príncipe escu­chaba muy atento las explicaciones de Regueiro, el cual continuó informando que el Colegio había propuesto a Álva­rez  como  candidato  para  el  Premio Príncipe de Asturias de 2003,  pero que no se lo habían concedido. El Príncipe, conocedor muy bien del pre­mio que lleva su nombre, animó a que continuáramos otro año presentando la candidatura pues, comentó, los can­didatos presentados el premio son muchos y es difícil conseguir el ga­lardón el primer año. Capote recordó que él ya había sido jurado dos veces del Premio Príncipe de Asturias, una de ellas, en el año 1994, cuando Yaser Arafat recibió el premio de Coopera­ción Internacional.

Hasta ese momento, la audiencia transcurría con todo tipo de informa­ciones, invitaciones y comentarios nuestros sobre temas diversos que el Príncipe escuchaba con atención. Pe­ro a don Felipe parecía preocuparle otro tema de actualidad que nadie ha­bía comentado y que a él le resultaba de gran interés. Haciendo uso de su prerrogativa de preguntar a los invita­dos, y argumentando que la prensa, en ocasiones, no tiene toda la informa­ción de una noticia, hizo la pregunta que nadie esperaba, pero que flotaba en el ambiente: ¿Cuál es el problema geológico que tiene la línea del AVE Madrid-Lleida, en el tramo de Zara­goza? La pregunta, aunque dicha de una manera sencilla y, diríamos, neu­tra, tenía una clara intencionalidad informativa. Por un instante se hizo el silencioabsoluto. Don Felipe, sabedor de que estaba ante los profesionales que mejor le podían informar del pro­blema geotécnico, no quiso desaprove­char la ocasión para informarse de pri­mera mano. Ello no evitó que las miradas de las asistentes secruzaran, y entre somisas de complicidad, como si nadie quisiera destapar el tarro de las esencias, Suárez tomó la palabra. De una manera sucinta expuso las dificultades geotécnicas que tienen los terre­nos arcillosos y yesíferos de la Cuenca del Ebro que atraviesa la traza del AVE, en varios kilómetros. Dijo que, en esos casos, siempre es necesario re­alizar estudios geológicos detallados del terreno y prevenir los posibles ries­gos de colapso antes de la puesta en servicio de la linea. Suárez también ex­plicó que la puesta en regadío, y las pérdidas de caudales, de amplias su­perficies de las zonas del Ebro, están favoreciendo la disolución profunda de los yesos, la expansión de las arcillas y, por ende, aumentando los riesgos de colapso y deslizamiento de las trinche­ras de ferrocarriles y carreteras. Dicho esto, Suárez dio la palabra a Joaquín Lahoz para que explicara las particula­ridades de los tramos más conflictivos del trazado y la dimensión mediática que han tenido. Lahoz explicó los pro­blemas y riesgos que han ocasionado las dolinas y hundimientos producidos en las zonas de yesos, y las deforma­ciones provocadas en las zonas de las arcillas expansivas. Comentó que el GIF había actuado ya en algunos pun­tos levantando algunos kilómetros de vía, pero que faltaban otros tramos en los que era conveniente actuar. Don Felipe le preguntó cómo eran las me­didas correctoras y Lahoz se las expli­có con cierto detalle. En el intercambio de opiniones también intervino Oswaldo García-Hemán, actual Director Ge­neral de Carreteras y Transportes de Castilla-La Mancha, recalcando que, generalmente, en los proyectos de in­fraestructuras, los estudios geotécnicos suelen constituir un pequeño apéndice, cuando sería muy conveniente que se ampliaran bastante más para evitar, no solo riesgos innecesarios, sino los re­formados que al final los pagan los impuestos de los ciudad anos. Carlos Feixas, al hilo del tema que se estaba tratando, añadió que; como conse­cuencia de los problemas geológicos surgidos en la traza del AVE en la zo­na de Aragón, se había decidido am­pliar recientemente los estudios geo­técnicos en la traza ferroviaria de la línea Córdoba-Málaga. Regueiro ex­plicó al Príncipe que el Colegio había propuesto a la Comisión Europea; a través de la Federación Europea de Geólogos, una directiva marco que obligara a destinar un 5% de los presupuestos de las grandes infraestructuras europeas, a estudios geológicos­ geotécnicos. Desarrollada con cierta profusión técnica la cuestión geológica del AVE en Zaragoza, la conversación con don Felipe derivó hacia otros aspectos institucionales.

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Luís Suárez impone la insignia de oro del ICOG al Príncipe.

Suárez dio la palabra a Barrera para que explicara las actividades del Geo­foro. Barrera expuso las características de las Tertulias del Geoforo, los temas que trata y la calidad de los ponentes que intervienen. Destacó particularmente la que se iba a celebrar el 8 de octubre sobre la Declaración de Bolonía y la reducción del número de años de licenciatura, a la que acudirían como ponentes los decanos de las Facultades de Ciencias Geológicas de las Universidades de Madrid y Barcelona, además del catedrático de la UCM, Ramón Capote, presente en la sala.

El Príncipe quedó muy satisfecho de todas las explicaciones e informaciones que se dieron manifestando que, como resultado del encuentro, se enteraba de muchas cosas interesantes. Barrera le dijo, en tono de broma, que, si quería más información sobre algún otro aspecto de la actividad profesional de los geólogos, podía asistir a los cursos que organiza el Colegio durante el año. Don Felipe, sin haber pasado un segundo, aceptó la broma y, con sonrisa franca y el mismo tono jovial de la invitación, respondió que ya estaba en uno de ellos. Respuesta rápida, ingeniosa y propia de quien hace de las audiencias un lugar agradable de encuentro, de comunicación sincera y atención continua.

Cuando miramos los relojes para marcharnos eran las 13:35, habían pasado ¡ 40 minutos! y parecía que solo habían sido 10.

Lista de asistentes 

La Junta de Gobierno del ICOG, representada por: el Iimo. Sr. D. Luis Suárez, presidente

los vicepresidentes D. José LuisBarrera y D. Oswaldo García-Hernán

el secretario, D. Manuel Regueiro

la vicesecretaria, Dña. Isabel Gómez

el tesorero, D. Carlos Duch

los vocales:

  • D. Roberto Rodríguez
  • D. Ramón Capote
  • D. José Luis Almazán
  • D. Roberto Vázquez
  • Dña. Cristina Sapalski
  • D. Ángel Carbayo
  • D. Benito Rivera
  • D. Marc Martínez
  • D. Juan Luis García Acedo
  • D. Salvador Mirete

la Jefa de Secretaria, Dña Fátima Camacho

el Jefe de Administración, D. Enrique Pampliega

De la Comisión Gestora de la Delegación de Andalucía asistieron:

  • D. Carlos Feixas
  • D. Antonio J. García
  • D. Cesar Robles

De la Delegación de Aragón:

  • D.  Joaquín Lahoz, presidente
  • D. David Navarro, secretario

De la Delegación de Asturias:

  • D. Cesar Casero, presidente
  • D. Juan Zubieta, secretario

De la Delegación de  Cataluña :

  • D.  Carlos Hellín,  presidente
  • D. Ramón Pérez Mir, secretario

De la Delegación del País Vasco:

  • D.    Alberto Barcenilla, presidente
  • D. Miguel Ángel Gómez, secretario
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José Luis Barrera Morate
Licenciado en CC Geologicas (UCM). Especialidad Petrología ígnea. Profesor contratado durante 9 años por la Facultad de CC Geologicas para impartir clases prácticas de Petrología ígnea y metamórfica. Trabajó con el equipo del profesor Fuster en proyectos de investigación del CSIC en la vulcanologia de Canarias (en Fuerteventura), desde el año 1975 hasta 1981. Director Gerente de la compañía consultora de geología y medio ambiente GEOPRIN S.A. Durante su mandato se realizó el 80% de la cartografía del Plan Magna de las islas Canarias. Personalmente firmó 54 hojas a escala 1:50.000, por lo que el IGME le distinguió por ser el geólogo español que más hojas MAGNA (2ª serie) había firmado. En 1995-97, realizo un estudio del volcanismo de la provincia de Ciudad Real, para su protección medioambiental (JCCM). Fue el asesor vulcanológico del proyecto del Sondeo surgente de Granatula de Calatrava, realizado por EPTISA. Ha dado cursos de Riesgo volcánico en la Universidad de El Salvador Coautor de los capítulos sobre “La peligrosidad volcánica” y sobre “Medidas estructurales y no estructurales ante el riesgo volcánico” del libro Riesgos naturales. Una perspectiva global. Entre el 2006 y el 2014 realizó las guías geológicas de los cuatro Parques Nacionales canarios (Teide, Timanfaya, Taburiente y Garajonay). Ha sido vicepresidente del ICOG desde 1996 hasta 2014. Miembro de la Junta de Gobierno de la ONG Geólogos del Mundo. Vocal de la Sociedad Española de Historia de Las Ciencias y Técnicas (SEHCYT) y miembro del Comité editorial de su revista LLul . Consejero del Consejo Nacional de Bosques. Presidente de las Tertulias del Geoforo (ICOG) hasta el año 2015 y editor de las publicaciones del ICOG (desde 2003 a 2015 director de la revista Tierra & Tecnología).