El Día de la Tierra tiene sus orígenes en 1970 y se celebra en todos los países. Fue Gaylord Nelson, senador demócrata americano, un gran impulsor en esta tarea. Personaje que se ocupó en concienciar de la importancia de respetar el medio ambiente siendo el responsable directo de los grandes males del planeta el ser humano. Demandó, a través de una manifestación a la que se sumaron estudiantes y colectivos defensores de la naturaleza, la creación de una institución medioambiental para la conservación de planeta. Esta macro-manifestación logró la concienciación política, Richard Nixon aprobó la formación de la Environmental Protection Agency, organismo que aún sigue activo, y leyes relacionadas con el aire, agua y conservación de especies en peligro.

Desde entonces, cada año, en este día el mundo reflexiona para conseguir un planeta más saludable.

¿Por qué el 22 de Abril? Aunque ha sido motivo de controversia por la coincidencia con el centenario del nacimiento de Lenin, a Nelson le pareció propicio este día ya que era una época del año sin festividades religiosas ni exámenes o tiempo vacacional.

Este día también corresponde con una lluvia de meteoros conocida como “Líridas”, de actividad moderada, que provienen de la constelación de la Lira – de ahí su nombre. El planeta surca una nube de residuos del cometa Thatcher (C/1861 G1), partículas de tamaño arena que se adentran en la atmósfera terrestre y que nos dejan anualmente una lluvia de estrellas.

El Día de la Tierra coincide con la firma de los Acuerdos de París sobre el Cambio Climático en Nueva York (2015). Donde, más de 170 estados participantes, se comprometieron a limitar el aumento de la temperatura global por debajo de dos grados. Y la ONU con su lema “los árboles para la Tierra” intentará que los gobiernos y organizaciones planten 7,8 millones de árboles durante los próximos 5 años.

Es un día que nos invita a pensar y reflexionar.

¿Y por qué son importantes los árboles?

  • Ayudan a combatir el cambio climático al absorber el CO2 de la atmósfera, que en exceso es perjudicial.
  • Nos permiten respirar aire más limpio, porque absorben gases contaminantes del aire.
  • Contrarrestan la pérdida de especies y proporciona mayor conectividad entre los ecosistemas.

¿Sabías que…? Los árboles también nos hablan. Con la datación de los anillos de crecimiento de las plantas tipo arbustivas leñosas y arbóreas, se pueden obtener patrones espaciales y temporales de procesos biológicos, físicos o culturales. La técnica fue desarrollada por A.E. Douglass, fundador del Laboratory of Tree-Rings Research de la universidad de Arizona y es posible fechar de forma aproximada la edad de la madera, y con algo menos de precisión, la evolución del clima del pasado.

tierra2016_1En general, el proceso de crecimiento de los árboles (en altura como en anchura) no es continuo o constante. Este hecho depende de factores principalmente externos; el clima, las condiciones hidrogeológicas, son condicionantes del proceso de crecimiento de un árbol. Si se analiza solamente el crecimiento en anchura o espesor del tronco, éste viene ligado a la formación de anillos anuales, que en teoría, cada anillo corresponde a un año de crecimiento. La manera de concebir este fenómeno consiste en que, en efecto, los árboles suelen crecer en mayor medida durante épocas favorables. Debido a esto, los ritmos de crecimiento no son constantes en el anillo, y por lo tanto, se puede diferenciar en los anillos las épocas favorables y desfavorables por las que ha tenido que pasar el árbol y previamente distinguir un anillo de otro.

tierra2016_2En la imagen anterior se observa los anillos de crecimiento, las zonas claras corresponden a épocas favorables del año y las oscuras a las desfavorables (invierno, generalmente). La flecha señala un año de crecimiento anormal, seguramente debido a una sequía extrema, por lo que el anillo presenta un espesor muy débil respecto a sus anteriores años. Normalmente, este anillo anormal se presentará en los demás especímenes de la zona y, desde luego, cada árbol tendrá una edad distinta; por consiguiente, si se ubica el anillo anormal en un árbol y se compara con los demás, se evidencia directamente qué árboles son más antiguos que otros y se corrobora de paso el fenómeno que incidió en el crecimiento anormal de ese año. Junto con datos de estaciones meteorológicas, y datos de estadística medio ambiental, se puede indagar más sobre estos fenómenos y concluir más allá de la edad del árbol y los cambios climáticos.

Es importante resaltar que la datación de los anillos suele ser muy sensible a la ubicación del espécimen respecto al globo terrestre. Por ejemplo, es de esperar que en los trópicos resulte casi imposible llevar este tipo de análisis debido a los fenómenos climáticos particulares que presentan estas zonas y a la falta de estaciones definidas (las especies no forman anillos con una periodicidad regular). Además de su ubicación, el espécimen debe poseer anillos bien formados, identificables y en buen estado, junto con un número de anillos que sea representativo para aumentar el rango de seguridad de las conclusiones (se suele estimar como mínimo entre 30-80 anillos).

DÍEZ-HERRERO, A.; BALLESTEROS, J.A.; BODOQUE, J.M.; EGUÍBAR, M.A.; FERNÁNDEZ, J.A.; GÉNOVA, M.; LAÍN, L.; LLORENTE, M.; RUBIALES, J.M.; STOFFEL, M. (2007). Mejoras en la estimación de la frecuencia y magnitud de avenidas torrenciales mediante técnicas dendrogeomorfológicas. Boletín Geológico y Minero, 118 (4), 789-802. DL M 3279-1958; ISSN 0366-0176; NIPO 657-07-008-5. PDF

BALLESTEROS, J.A.; DÍEZ-HERRERO, A.; BODOQUE, J.M.; LLORENTE ISIDRO, M.; LAÍN HUERTA, L.; GARCÍA MELÉNDEZ, E. (2008). Metodología para la localización de cuencas hidrográficas idóneas para el estudio dendrogeomorfológico de avenidas torrenciales. En: BENAVENTE, J. y GRACIA, F.J. (Eds.), Trabajos de Geomorfología en España, 2006-2008, X Reunión Nacional de Geomorfología, SEG y Universidad de Cádiz, Cádiz, 195-198. ISBN: 84-473-6226-4; D.L.: CA-559-2008. PDF

BALLESTEROS, J.A.; BODOQUE, J.M. y DÍEZ-HERRERO, A. (2008). Aplicación de las técnicas dendrogeomorfológicas al estudio de las avenidas torrenciales. II Reunión del Grupo de Trabajo de Hidrología Forestal de la Sociedad Española de Ciencias Forestales (SECF), Volumen de reúmenes, Madrid, 25 y 26 de septiembre de 2008, 6 pp. PDF

Puedes leer más sobre este tema en el artículo sobre Dendrocronología de Emilia Gutiérrez Merino (Facultad de Biología – Universidad de Barcelona)

Fuentes:

Naciones Unidas