Tierra y Tecnología nº 43 | Texto y figuras | O. Apalategui Isasa, geólogo | En este trabajo se analizan los procesos ibéricos en la ZOM, que fueron invocados en un trabajo publicado en la revista Tierra y Tecnología (nº 41; 37-39) bajo el título “Evolución del Macizo Ibérico Meridional, un ejemplo de Ciclo Geodinámico”.
Cuando se iniciaron los trabajos de cartografía geológica en la ZOM en el marco del proyecto MAGNA, existía una gran controversia respecto a la edad de los procesos deformativos y metamórficos que afectaban a los materiales de dicha zona, y la mayoría de los autores atribuían muchos de ellos a una orogénesis finiprecámbrica, y, consecuentemente, las formaciones afectadas por dichos procesos se incluían en el Precámbrico. Esto era así porque las secuencias anquimetamórficas que en aquella época se atribuían al Carbonífero (en realidad Devónico superior-Carbonífero), reposaban en discordancia y posdataban los procesos antes referidos.
Los datos cartográficos derivados de la realización del proyecto MAGNA obligaron a revisar las ideas anteriores, pues muchas de las series metamórficas referidas se situaban a techo del Cámbrico inferior datado, y, por ello, los procesos deformativos y metamórficos que les afectan se han atribuido a una fase precoz de la orogenia Varisca, que la mayoría de los autores han situado en el Devónico medio.
Las nuevas dataciones absolutas sobre distintos plutones, y sobre todo el análisis de sus relaciones respecto a los procesos deformativos del encajante, obligan, como veremos, a revisar las anteriores ideas, y salvo en el extremo meridional de la ZOM (Dominio Barrancos-Hinojales), en el resto hay que invocar el funcionamiento de una orogénesis del Paleozoico inferior.
Geología
División y límites
La ZOM se encuentra al sur de la ZCI (Zona Centro Ibérica), y su límite lo situamos en el sinclinal de La Codosera-Pedroches, muy próximo al propuesto por Lotze (1945), que separa secuencias precámbricas distintas, al norte en la ZCI, el Grupo Domo Extremeño, y al sur, en la ZOM, la Serie Negra (se pueden elegir otros límites correspondientes a otras estructuras, si bien este permite una descripción más ordenada en el tiempo).
Con esta propuesta, la ZOM consta de:
a) Un zócalo cadomiense común para toda ella, constituido por la Serie Negra y rocas ígneas relacionadas.
b) Unas secuencias del Paleozoico inferior y medio muy diferenciadas.
c) Una cobertera del Devónico superior-Carbonífero inferior, que sigue pautas independientes del resto de los materiales paleozoicos, y excede los límites de zonas.
La ZOM no es uniforme, sus diferencias atañen, como se ha indicado, sólo al Paleozoico inferior y medio, y el objeto de este trabajo es el análisis de los aspectos estratigráficos y de los procesos tectónicos que condicionan dichas diferencias. Para su exposición nos basaremos en la propuesta de dominios de Delgado Quesada et al. (1977) para la mitad septentrional de la ZOM, si bien con ciertas modificaciones y ampliada a toda ella (esta división aunque ha sido criticada, tiene gran sentido geológico, y delimita áreas que corresponden como veremos a distintos ambientes geotectónicos). La división que se propone es, de norte a sur, la siguiente (figura 2).
- Dominio Obejo-Valsequillo (DOV).
- Dominio de Sierra Albarrana (DSA).
- Dominio de Zafra-Monesterio (DZM).
- Dominio de Barrancos-Hinojales (DBH).
Estratigrafía
En este apartado se analizan las secuencias paleozoicas de los distintos dominios definidos, que, como ya hemos indicado, aparecen muy diferenciadas. No se tienen en cuenta los materiales del Devónico superior-Carbonífero, que responden a una situación geodinámica distinta.
El Dominio Obejo-Valsequillo fue definido por Delgado-Quesada et al. en 1977, como un área caracterizada por un zócalo precámbrico del tipo Serie Negra, estructurado durante la orogenia Cadomiense, y una cobertera paleozoica discordante, de edad Tremadoc-Carbonífero, muy parecida a la del borde sur de la ZCI, estructurada durante la orogenia Varisca. Dado el carácter mixto de los materiales de este dominio, con unas secuencias precámbricas similares a las de la ZOM, y otras paleozoicas de tipo ZCI, ha sido incluido indistintamente en una y otra zona.
Pese a lo comentado, el registro sedimentario de este dominio es más complejo de lo referido, y, en Puebla de la Reina, a muro de los depósitos arcósicos atribuidos al Tremadoc, aparecen unas amplias secuencias detríticas, carbonatadas y volcánicas, en ocasiones muy bioturbadas, que reposan sobre los materiales precámbricos, y que suponemos son de posible edad Cámbrico inferior o medio. Materiales similares, aunque peor expuestos, han sido descritos en la hoja de Valsequillo (Contreras et al., 1990; Bandrés, 2001).
Los materiales supuestamente cámbricos que afloran en las proximidades de Puebla de la Reina (en adelante Unidad de Puebla de la Reina) son de muro a techo los siguientes (figura 1):
- Arcosas.
- Esquistos con niveles de cuarcitas, metabasitas y calizas (esquistos de Campillo).
- Areniscas, cuarcitas y pizarras moscovíticas bioturbadas.
- Volcanitas de Puebla de la Reina (coladas andesíticas y, en menor proporción, dacíticas, y piroclastos con intercalaciones de mármoles).
- Pizarras y grauvacas laminadas.
Ninguno de los materiales de la Unidad de Puebla de la Reina ha sido hasta el momento datado, si bien las volcanitas han sido objeto de una datación absoluta por parte de Martínez Poyatos (1997) que ha proporcionado una edad de 534+/-83 M.a., que es muy imprecisa. La atribución por nuestra parte de estas formaciones al Cámbrico inferior-medio, se sustenta en: a) su posición estratigráfica (por encima de la Serie Negra y a muro de las arcosas atribuidas al Tremadoc); b) por sus facies con importantes acopios de material volcánico e intercalaciones de carbonatos; y c) por la presencia de bioturbaciones.
Esta secuencia de materiales es exclusiva de este dominio, y su mayor originalidad es que culmina con una secuencia de tipo turbidítico, que denota un hundimiento rápido de la cuenca que, como veremos, suponemos que se asocia al desarrollo de un margen destructivo.
En resumen, la secuencia paleozoica de este dominio consta de:
- Una primera cobertera cámbrica, integrada por los materiales de la Unidad de Puebla de la Reina.
- Una segunda cobertera Ordovícico-Devónica, discordante sobre la anterior, compuesta por materiales similares a los de la ZCI, si bien con la particularidad de que las secuencias ordovícicas de este dominio son de carácter más proximal.
En el Dominio de Sierra Albarrana, la secuencia del Paleozoico inferior se inicia en el Cámbrico inferior, con los depósitos volcánicos y volcanoclásticos de la formaciones Malcocinado y Loma del Aire que, lateralmente y hacia techo, pasan primero a una formación arcósica (Fm Torreárboles), y después a la formación detrítico-carbonatada. Los productos volcánicos más altos alcanzan localmente los depósitos carbonatados cámbricos y, en ocasiones, incluso se superponen a ellos, como sucede al oeste de Córdoba.
Sobre la formación Detrítico carbonatada se depositan amplias secuencias metapelíticas (Fm de Azuaga y esquistos de la Albariza), que culminan con una formación arenosa, localmente bioturbada, que se conoce como cuarcitas de Sierra Albarrana.
La secuencia paleozoica reconocida en este dominio es, de muro a techo, la siguiente:
- Fm Malcocinado-Loma del Aire.
- Fm Torreárboles.
- Fm Detrítico-carbonatada.
- Fm de Azuaga.
- Esquistos de La Albariza.
- Cuarcitas de Sierra Albarrana.
La edad de la Fm Malcocinado es anterior a 520 M.a. y, al igual que la Fm Torreárboles y la Fm Detrítico-carbonatada, es del Cámbrico inferior.
Existen dudas respecto a la posición relativa y a la edad de las secuencias metapelíticas de este dominio; unos autores las han situado en el Precámbrico (Delgado Quesada et al., 1977; Quesada et al,. 1997), y otros en el Paleozico inferior (Matte, 1978; Apalategui et al., 1983; Azor, 1994; Bandrés, 2001). Un estudio bioestratigráfico reciente de la Formación Azuaga ha permitido asignarle la misma edad (Cámbrico inferior medio) y el mismo medio sedimentario que a la formación Vallehondo, con la que se correlaciona (Jensen et al., 2005).
La edad de las cuarcitas de Sierra Albarrana no ha sido por el momento determinada, y ha sido atribuida al Cámbrico medio por Bandrés (2001) y al Ordovícico inferior por Matte (1978) y Apalategui et al. (1983).
Sobre estos materiales reposan en discordancia los depósitos devono-carboníferos.
En definitiva, la secuencia paleozoica de este dominio consta de una primera cobertera paleozoica, cámbrica o cambro-ordovícica, sobre la que reposa en discordancia otra de edad Devónico superior-Carbonífero.
En el Dominio Zafra-Monesterio, el Pa‑leozoico inferior se caracteriza por la presencia de unas secuencias completas del Cámbrico inferior y parte del medio, cuyos cortes más representativos y mejor conocidos desde el punto de vista cronoestratigráfico son los de los sinclinales de Zafra y de Benalija, ambos al norte de la antiforma de Monesterio. En el flanco sur las secuencias cámbricas son ligeramente distintas.
La secuencia reconocida en los sinclinales de Zafra y Benalija son, de muro a techo, las siguientes:
- Fm Torreárboles (Fm detrítica inferior).
- Fm Alconera (Fm carbonatada).
- Fm La Lapa o Benalija (Fm detrítico-carbonatada).
- Fm Vallehondo (Fm detrítica superior).
- Fm Playón e intercalaciones volcánicas.
En las proximidades de Feria, la Fm Vallehondo incluye abundantes aportes volcánicos y volcanoclásticos, que se asocian a pequeños cuerpos subvolcánicos cogenéticos.
Una secuencia similar se reconoce al sur de la antiforma de Monesterio, en el sinclinal de Arroyomolinos.
Sobre estos materiales descansan (¿en discordancia?) unas secuencias detríticas muy restringidas, que aparecen en los sinclinales del Valle y del Cerrón del Hornillo, que incluye materiales del Ordovícico medio al Devónico.
En este dominio, como en los anteriores, los depósitos devono-carboníferos reposan sobre materiales cámbricos previamente estructurados y metamorfizados.
El Dominio Barrancos-Hinojales acumula una secuencia de materiales casi continua desde el Cámbrico al Carbonífero, y se caracteriza por el desarrollo de amplias secuencias metapelíticas cambro-ordovícicas, que se acompañan de un amplio cortejo de rocas básicas de afinidad oceánica.
Este dominio ha sido subdividido en varias unidades tectónicas que, de norte a sur, son:
- Unidad de Barrancos.
- Unidad del Cubito.
- Unidad del Pulo do Lobo.
La más completa de las citadas unidades es la de Barrancos, donde afloran materiales de edades Cambrico inferior, hasta los depósitos sinorogénicos del flysch Terena, cuya edad es Devónico medio-Carbonífero inferior. La secuencia paleozoica reconocida es de muro a techo la siguiente:
- Esquistos de Jerez.
- Cuarcitas de Cumbres.
- Espilitas de la Umbria-Pipeta.
- Esquistos de Fatuquedo.
- Esquistos de Barrancos y metabasitas de la Ribera de Huelva.
- Grauvacas de Sierra Colorada.
- Ampelitas.
- Esquistos rayés y capas de Russianas.
- Flysch Terena.
Casi todas estas formaciones están datadas, si bien con algunas imprecisiones sobre el flysch Terena, pese a ello la secuencia reconocida no permite deducir la existencia de ningún proceso orogénico ibérico.
Procesos orogénicos ibéricos
En la ZOM se reconocen procesos deformativos, metamórficos y magmáticos (plutónicos y volcánicos) que se asocian al funcionamiento de una orogénesis del Paleozoico inferior, que en la mayoría de los casos son de edad Ibérica (Cámbrico superior). Estos procesos son acusados y muy diferentes de unos dominios a otros.
En el Dominio Obejo-Valsequillo, para conocer los efectos de una orogenia del Paleozoico inferior, es necesario remitirse a los materiales de la Unidad de Puebla de la Reina, que afloran en un gran sinclinal sinesquistoso, verjente al sur, de dirección ONO-ESE, parcialmente laminado por el norte. Dicha estructura está intruida por el dioritoide de Palomas, que posdata la deformación penetrativa que afecta a los materiales de la referida unidad (los cristales helicíticos ligados al referido intrusivo engloban la esquistosidad del encajante), y ambos quedan fosilizados por los depósitos arcósicos del Tremadoc, que reposan tanto sobre los dioritoides, como sobre algunas de las distintas formación supuestamente cámbricas de la Unidad de Puebla de la Reina (figura 2). Según estos datos, la deformación penetrativa que afecta a los referidos materiales ha funcionado entre el Cámbrico medio (supuesta edad de los materiales más modernos afectados) y el Ordovícico inferior (Tremadoc), y la asignamos por tanto a la Orogenia Ibérica.
En el Dominio Obejo-Valsequillo, el magmatismo ibérico estaría representado por los dioritoides tipo Palomas, y por las volcanitas de Puebla de la Reina, que se suponen cogenéticos. Los primeros han sido datados por Martínez Poyatos (1997), con edades de 532 +/-180 M.a. y 576 +/-86 M.a. por el método Rb87/Sr86, y su edad ha sido comparada con la de la Fm volcánica de Puebla de la Reina. Estas edades son muy amplias y permiten situar estos intrusivos tanto en una orogénesis Cadomiense como han hecho la mayoría de los autores, o en otra Ibérica, como aquí se propone. El quimismo de las volcanitas de Puebla de la Reina es de afinidad toleítica inicial con una fuerte contaminación cortical, y corresponden según Almarza (1996) a un marco tectónico de tipo andino. Los dioritoides de Palomas son químicamente correlacionables con los anteriores, propios también de un margen destructivo (Bandres, 2001).
En el Dominio de Sierra Albarrana, los procesos tectónicos paleozoicos previos al Devónico superior son los responsables de la estructuración principal del mismo. Dicha estructuración da lugar a una deformación penetrativa que se asocia al desarrollo de pliegues sinesquistosos de dirección regional, vergentes al sur, de gran amplitud, como es el caso del gran sinclinal sinesquistoso que culmina en las cuarcitas de Sierra Albarrana.
Hay problemas para datar estos eventos tectónicos, pues por el momento se desconoce la edad exacta de los materiales más altos de este dominio afectados por ellos. El único dato que permite acotar su edad se obtiene de la relación de intrusión de los ortoneises datados como ordovícicos (Ribera del Fresno, Minillas, Almendrál, etc.) con el encajante que, según Ábalos (1990), posdatan la deformación penetrativa que los afecta. Con estos datos, la estructuración principal de este dominio se habría producido entre el Cámbrico medio y el Ordovícico inferior-medio, y sería por tanto Ibérica. La edad de las series metapelíticas y cuarcíticas de este dominio serían, así, del Cámbrico medio.
Si los materiales de este dominio fueran cambro-ordovícicos, la edad de estos procesos sería algo más moderna, quizá Silúrico o Devónico inferior, lo que justificaría la ausencia aquí de estos depósitos, único dominio de la ZOM donde faltan (en este caso habría que cuestionar: bien la edad de los ortoneises, bien las relaciones de intrusión aludidas).
La deformación milonítica que afecta a los materiales del borde septentrional de este dominio y a los del de Obejo-Valsequillo se produce entre el Ordovícico medio (edad de los ortoneises afectados) y el Devónico superior.
Por último, indicar que en este dominio no se conocen restos de plutonismo ibérico.
En el Dominio Zafra-Alanís se reconocen restos de una estructuración Ibérica, que se deduce de las relaciones estructurales de los macizos graníticos de Barcarrota y Almendral con el encajante. El macizo de Barcarrota, de edad Cámbrico superior (Galindo et al., 1990), intruye en materiales precámbricos y cámbricos previamente estructurados, que aquí son la Serie Negra, la Fm Toreárboles y la Fm carbonatada, que describen un sinclinal retocado por el cabalgamiento de Salvaleón. El macizo de Almendral, de edad Cámbrico superior-Ordovícico inferior (Galindo y Casquet, 2004), intruye en las series detríticas y detrítico carbonatadas cámbricas, que definen aquí la terminación occidental del sinclinal de Zafra. Ambos macizos cortan la estructura del encajante (figura 3) y posdatan la deformación. Con estos datos no cabe sino atribuir las estructuras del encajante cámbrico de este dominio a la Orogenia Ibérica.
El plutonismo ibérico en este dominio está representado por un conjunto de pequeños plutones de edad entre 530 y 510 M.a. que, junto a otros cadomienses y variscos, definen una alineación de unos 200 kilómetros desde Portugal hasta la Puebla de los Infantes. Hay al menos diez plutones cámbricos, y son de norte a sur, entre otros, los siguientes: Granito de Táliga, Complejo de Barcarrota, Granito de Salvatierra de los Barros, Granito de la Tablada, Granito de Calera de León, Granodiorita de Monesterio, etc. Son, en términos generales, rocas de composición granítica peraluminosa y, al menos, las más antiguas, las de edad Cámbrico medio, se sitúan en los diagramas de Pearce en el campo de los granitos de arco volcánico. Los más modernos, los del Cámbrico superior, son de tendencia alcalina y se sitúan en los diagramas referidos anteriormente en el campo de los granitoides intraplacas.
Las relaciones espacio-temporales de algunos de estos granitos permiten deducir cómo ha evolucionado este dominio entre el Cámbrico medio y el superior; así, el granito de Barcarrota (Cámbrico superior) y emplazamiento superficial (2-3 km, Castro, 1981) intruye al mismo nivel que el de Táliga (Cámbrico medio), y emplazamiento más profundo (Galindo et al., 1990), lo que indica que este dominio se elevó y desmanteló en ese periodo de tiempo. Ello justifica la ausencia en este dominio de las amplias secuencias metapelíticas cámbricas o cambro-ordovícicas que caracterizan los dominios adyacentes.
En el Dominio de Zafra-Monesterio se reconocen varios núcleos metamórficos, como los de Valuengo, Monesterio, etc., ambos de baja P y alta T. El primero se ha relacionado con la orogenia Varisca por afectar a materiales cámbricos (Apraiz, 1998), y el segundo con la orogenia Cadomiense, ya que sólo afecta a materiales precámbricos (Eguiluz, 1987). Las dataciones de ambos núcleos metamórficos, con edades entre 532+/-5 y 480+/-7 M.a. para el núcleo de Valuengo (Expósito et al., 2003), y 530 M.a. para el magmatismo sinmetamórfico de Monesterio (Schafer, 1990; Ochsner, 1993; Ordóñez Casado, 1998; Montero et al., 1999) indica que al menos el de Valuengo los asignamos al ciclo ibérico.
En el Dominio Barrancos-Hinojales no hay evidencias de procesos orogénicos ibéricos, sino que, al contrario, se caracteriza como ya se ha indicado, por la efusión en dicha época de gran cantidad de rocas básicas de afinidad oceánicas, asociadas a un proceso rift.
Modelo geodinámico en épocas Ibéricas
Con los datos expuestos, se puede plantear el siguiente modelo geodinámico durante la orogénesis Ibérica.
El Dominio Obejo-Valsequillo, al sur de la ZCI, funciona durante dicha época como un margen destructivo de tipo andino, que se habría formado por la subducción hacia el norte de los materiales de la ZOM bajo la ZCI. Este margen funciona en el Cámbrico superior, y de él se conserva parte del prisma de acrección representado por los materiales de la Unidad de Puebla de la Reina, y algunos intrusivos ibéricos (dioritoides tipo Palomas).
Este margen que podría tomarse como un primer límite ibérico se reactiva con posterioridad (entre el Ordovícico superior y el Devónico medio) como un gran desgarre dúctil izquierdo de decenas de km desplazamiento (Ábalos, 1990) conocido como Eje Badajoz-Córdoba (Bladier, 1974), Corredor Blastomilonítico (Laurent, 1974), o Zona de cizalla Badajoz-Córdoba (Burg et al., 1981). El juego de este gran desgarre provoca las texturas miloníticas que caracterizan este área, y la exhumación de las rocas más profundas del prisma previamente formado, donde se conservan restos de rocas eclogíticas, para las que se calculan unas condiciones de 19 kbar de presión y 550 ºC de temperatura (López Sánchez et al., 2003).
El Dominio de Zafra-Monesterio corresponde también a un margen destructivo ibérico, si bien lo interpretamos como un arco de isla con una estructura verjente al sur, cuyos restos se conservan en las proximidades de Feria, tanto en forma de productos volcánicos como subvolcánicos. En zonas más profundas de este dominio, en el Anticlinorio de Olivenza-Monesterio, se reconocen un buen número de plutones ibéricos de composición variada, si bien predominan los granitos, cuyo quimismo apunta en este sentido. Como en el caso anterior este margen aborta pronto, si bien en este dominio no se puede precisar bien la edad, ya que no afloran materiales del Ordovícico inferior. Lo que sí se sabe es que en el Ordovícico inferior-medio este dominio funcionaba ya en régimen extensivo, momento en que intruye el macizo de Almendral, que lo hace en unos materiales cámbricos previamente estructurados.
El Dominio de Sierra Albarrana en esta época debió funcionar como una cuenca de retroarco, entre un margen continental al norte y un arco de isla al sur. Existen dudas sobre si llegó a cerrarse y estructurarse en épocas Ibéricas o quizá algo más tarde. En el Ordovícico medio, este dominio, al igual que los dominios adyacentes, está afectado por un proceso extensivo y, más tarde, el borde septentrional de este dominio, funciona como un gran desgarre dúctil izquierdo, que afecta ya a unos materiales previamente estructurados y metamorfizados.
El Dominio de Barrancos-Hinojales no está afectado por estos procesos y sigue en esta época funcionando como una cuenca marina abierta hacia el sur.
En resumen, la evolución geológica de la ZOM en épocas Ibéricas obliga a diferenciar dos áreas distintas, la ZOM septentrional (Dominios Obejo-Valsequillo, Sierra Albarrana y Zafra-Monesterio) estructurada durante la Orogenia Ibérica, y la ZOM meridional (Dominio Barranco-Hinojales) no afectada por ella.
Procesos variscos en la ZOM
Aunque no es objeto de este trabajo, a continuación analizaremos, de forma muy somera, los procesos variscos de la ZOM, los cuales, una vez substraídos los imputados a la orogénesis Ibérica, quedan reducidos al cierre durante el Devónico medio-Carbonífero inferior del Surco de Barrancos-Hinojales, y a la apertura en el Devónico superior y posterior cierre en el Carbonífero medio del Surco Pedroches-Guadalbarbo.
El Dominio de Barrancos Hinojales se estructura dando lugar a pliegues sinesquistosos y tumbados y zonas de cizalla vergentes al sur, tocados por pliegues rectos posteriores. El plutonismo es de edad Carbonífero inferior, y se centra en el borde meridional de dicho dominio, en el área de contacto con la ZSP (batolito de la Sierra Norte de Sevilla y Macizo de Beja).
En el Devónico superior, es decir, en el mismo momento en el que se cerraba la ZOM meridional y se acoplaba a la ZSP, en la ZOM septentrional se inicia la apertura del Surco Pedroches-Guadalbarbo que afectaba también al sur de la ZCI. Este surco se abría hacia el SE, y su máximo desarrollo lo situamos en el área del Guadalbarbo. El cierre de dicho surco se produce en el Carbonífero medio (se conservan los depósitos sinorogénicos en la cuenca del Guadiato), dando lugar a pliegues y cabalgamientos vergentes al norte. En los cabalgamientos quedan implicados tanto el zócalo Cadomiense como el Ibérico, y algunos son de gran entidad como los que dan lugar a las Unidades de Obejo-Espiél y Mérida-Alange. El plutonismo varisco aquí está representado entre otros por los batolitos de Pedroches, Alburquerque, etc., que son de edad Carbonífero superior-Pérmico (tardivariscos), y su desarrollo está en gran medida condicionado por el engrosamiento cortical producido por el emplazamiento desde el sur, de las unidades antes mencionadas.
La evolución varisca es diferente en la ZOM septentrional respecto a la ZOM meridional, y esas diferencias son en gran medida heredadas de su particular evolución Ibérica. La ZOM septentrional parte de una corteza estructurada y engrosada en épocas Ibéricas, que se fragmenta, abre y después se cierra en un corto periodo de tiempo. La ZOM meridional parte de un surco sobre una corteza adelgazada, que ha ido rellenándose durante todo el paleozoico, y que se cierra más o menos, al mismo tiempo que se fragmentaba y abría la anterior.
El cambio de vergencia varisco se da en el Dominio de Zafra-Monesterio, y no en el Corredor Blastomilonítico (es una estructura prevarisca), como generalmente se acepta.
Conclusiones
La ZOM se ha considerado siempre como una unidad geológica, lo que ha llevado a suponer que los procesos que afectaban a algunos de los dominios diferenciados eran extensibles a toda ella. Las nuevas dataciones absolutas nos han llevado a revisar, durante la realización del Mapa Unificado de Extremadura, aquellas áreas en las que parecía existir divergencia entre dichas dataciones y los datos de campo, y fruto de ello son las nuevas propuestas que aquí se exponen, que dan idea de una evolución geológica mucho más fragmentada de lo que se suponía.
Se pone en evidencia la existencia de una orogénesis Ibérica, a la que se asocian muchos de los procesos deformativos, ígneos y metamórficos que afectan a los materiales cámbricos de los dominios de Obejo-Valsequillo, Sierra Albarrana y Zafra-Monesterio. La Cadena Ibérica tiene vergencia al sur, la deformación es sinesquistosa y sinmetamórfica, y se acompaña de la intrusión de diversos cuerpos plutónicos de naturaleza variada. Todos estos procesos se asocian al desarrollo de dos márgenes destructivos, uno de tipo andino al norte, en el Dominio Obejo-Valsequillo, y un arco de isla más al sur, en el Dominio Zafra-Monesterio. Los procesos extensivos de esta misma edad (rift) se restringen a la ZOM meridional, donde abundan las rocas básicas oceánicas cambro-ordovícicas, y donde no hay restos de deformación, metamorfismo ni plutonismo ibérico.
Por último, indicar que la evolución del Macizo Ibérico Meridional parece corresponder a un modelo de acrección con:
- Una cadena cadomiense al norte en la ZCI.
- Una cadena ibérica al sur de la anterior representada por la ZOM septentrional.
- Una cadena varisca más al sur, que corresponde a la ZOM meridional.
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