“El land art busca la transformación de la materia para actuar en el territorio fuera de la galería”. Para ello, “trabaja con la visibilidad de los procesos dinámicos como la erosión que no son visibles”. Así lo explicó Tonia Raquejo, profesora de “Teoría de la Historia del Arte Contemporáneo” en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid durante una charla realizada ayer en el Colegio de Geólogos.

Los artistas de land art fueron los primeros en considerar el arte como un método de conocimiento, reflexión y pensamiento

La profesora puso el ejemplo de la obra “Muelle en espiral” del artista Robert Smithson, que se basa en una espiral de roca, barro y basalto de medio kilómetro de diámetro que se adentra en un lago de Utah, en Estados Unidos.

Obra de arte en la naturaleza

“La obra de arte trasciende el objeto y está pensada para que trabaje con la naturaleza, que la está rehaciendo constantemente”, comenta. El land art se desarrolló en una época –los años 60– donde se podían comprar parcelas de terrenos. “Ahora eso sería impensable”, declara Raquejo.

En ese sentido la profesora explicó que para muchos artistas de land art su obra es “pura poesía”. Es el caso del matrimonio Christo, uno de los máximos exponentes del movimiento, que se autofinancian sus obras vendiendo dibujos y fotografías. “En lugar de invertir en una casa lo hacen en sus proyectos artísticos”.

Asimismo es un “arte polémico” donde no hay un acuerdo entre crítica, historiadores y artistas sobre el movimiento y la definición de land art. En ese sentido, “todos los trabajos del matrimonio Christo son supervisados por un comité medioambiental”, indica.

Arte efímero

Por su lado, la artista madrileña Bárbara Fluxá, también docente en la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca, abogó por llevar el land art al siglo XXI. “No estamos en el mayo del 68, el espacio y el tiempo es importante”.

Para ella una de las grandes aportaciones de los artistas fundacionales del land art es que fueron los primeros en abrir el camino para considerar “el arte como un método de conocimiento, reflexión y pensamiento”, precisa. Al mismo tiempo “consiguieron cambiar la escala de la obra artística”. “Son transformaciones efímeras donde interesa el proceso”, añade.

Desde esa perspectiva, Fluxá comentó que trabaja con el paisaje como territorio artístico y pretende lanzar una visión hacia el entorno. Para ello, utiliza una “mirada arqueológica y juega con la metodología científica para reflexionar desde el futuro del presente”, confiesa.

La artista ha trabajado con objetos de desecho desde una mirada antrópica. Uno de sus proyectos recientes fue “Paisaje cultural sumergido” donde pretendía recuperar a través de la técnica de la batimetría el pueblo zamorano de Argusino, sumergido por la construcción del embalse de Almendra. Con esta obra trazó un mapa en relieve de un lugar desaparecido donde se podía ver el plano original del municipio. “Ahora solo se utiliza el territorio para el turismo”, criticó.

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José Luis Barrera Morate
Licenciado en CC Geologicas (UCM). Especialidad Petrología ígnea. Profesor contratado durante 9 años por la Facultad de CC Geologicas para impartir clases prácticas de Petrología ígnea y metamórfica. Trabajó con el equipo del profesor Fuster en proyectos de investigación del CSIC en la vulcanologia de Canarias (en Fuerteventura), desde el año 1975 hasta 1981. Director Gerente de la compañía consultora de geología y medio ambiente GEOPRIN S.A. Durante su mandato se realizó el 80% de la cartografía del Plan Magna de las islas Canarias. Personalmente firmó 54 hojas a escala 1:50.000, por lo que el IGME le distinguió por ser el geólogo español que más hojas MAGNA (2ª serie) había firmado. En 1995-97, realizo un estudio del volcanismo de la provincia de Ciudad Real, para su protección medioambiental (JCCM). Fue el asesor vulcanológico del proyecto del Sondeo surgente de Granatula de Calatrava, realizado por EPTISA. Ha dado cursos de Riesgo volcánico en la Universidad de El Salvador Coautor de los capítulos sobre “La peligrosidad volcánica” y sobre “Medidas estructurales y no estructurales ante el riesgo volcánico” del libro Riesgos naturales. Una perspectiva global. Entre el 2006 y el 2014 realizó las guías geológicas de los cuatro Parques Nacionales canarios (Teide, Timanfaya, Taburiente y Garajonay). Ha sido vicepresidente del ICOG desde 1996 hasta 2014. Miembro de la Junta de Gobierno de la ONG Geólogos del Mundo. Vocal de la Sociedad Española de Historia de Las Ciencias y Técnicas (SEHCYT) y miembro del Comité editorial de su revista LLul . Consejero del Consejo Nacional de Bosques. Presidente de las Tertulias del Geoforo (ICOG) hasta el año 2015 y editor de las publicaciones del ICOG (desde 2003 a 2015 director de la revista Tierra & Tecnología).