La cifra es escalofriante y a la misma hay que añadir 4.100 millones de personas heridas, o que han dejado sus hogares o han necesitado ayuda de emergencia debido a los desastres naturales desde 1995, según ha informado la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) en nuevo informe publicado este lunes.
El informe, titulado “The Human Cost of Weather Related Disasters”, revela que durante los últimos 20 años, el 90 por ciento de los desastres de mayor magnitud han sido ocasionados por 6.457 inundaciones, tormentas, olas de calor, sequías y otros eventos registrados.
Los cinco países más afectados por la mayor cantidad de este tipo de desastres son los Estados Unidos (472), China (441), India (288), Filipinas (274) e Indonesia, (163).
El informe y el análisis que recopiló la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) y el Centro de Investigación sobre Epidemiología de los Desastres (CRED, por sus siglas en inglés), con sede en Bélgica, demuestra que desde que se llevó a cabo la primera Conferencia sobre Cambio Climático (COP1) en 1995, 606.000 personas han perdido la vida y 4.100 millones de personas han resultado heridas, han perdido su hogar o han necesitado asistencia de emergencia a consecuencia de algún desastre meteorológico.
El informe también destaca una serie de vacíos en cuanto a los datos, aseverando que las pérdidas económicas que ocasionan los desastres meteorológicos son mucho más altas que las cifra registrada de $1.891 billones, la cual representa el 71 por ciento de todas las pérdidas atribuidas a las amenazas naturales durante ese período de 20 años. Únicamente el 35 por ciento de los registros incluye información sobre pérdidas económicas. En ese sentido, la UNISDR calcula que la verdadera cifra de las pérdidas que ocasionan los desastres —incluidos los terremotos y los tsunamis— varía entre $250.000 millones y $300.000 millones de dólares estadounidenses anualmente.
Como parte de la presentación del informe, la Sra. Margareta Wahlström, Jefa de la UNISDR, aseveró lo siguiente: “El clima y el tiempo son dos de los principales elementos impulsores del riesgo de desastres y este informe demuestra que el mundo está pagando un alto precio en pérdidas de vidas. Asimismo, las pérdidas económicas representan un gran reto para el desarrollo en muchos de los países menos desarrollados que luchan contra el cambio climático y la pobreza.
“A largo plazo, un acuerdo en París durante la celebración de la COP21 para reducir emisiones de gases de efecto invernadero representará una contribución considerable a la reducción de pérdidas y daños ocasionados por los desastres, los cuales en parte están impulsados por el calentamiento del planeta y por la elevación del nivel del mar. Por ahora, hay una necesidad de reducir los niveles existentes de riesgo y evitar la creación de otros adicionales al velar por que las inversiones públicas y privadas se informen sobre el riesgo y no aumenten el grado de exposición de las personas y los bienes económicos a las amenazas naturales en las planicies aluviales, los litorales vulnerables de baja altitud y otros lugares no aptos para asentamientos humanos”.