Nº 44 SEGUNDO SEMESTRE – 2013 | En el año 1978, después de sortear no pocas dificultades de carácter corporativo que se oponían a la constitución de nuestro colegio profesional (¡¡increíble!!), se logro la creación del Ilustre Colegio Oficial de Geologos. Mucho se ha trabajado desde aquellos tiempos por parte de los pioneros y sus continuadores para llegar hasta donde estamos. Somos una profesión que, aun en día, parece que “existimos” a pesar de los pesares. Pero no nos engañemos, nadie nos ha regalado nada, ha sido un esfuerzo titánico de todos los gestores que ha ido teniendo el Colegio y, sobre todo, la confianza y constancia de los colegiados que han visto en la institución colegial el instrumento para hacer política en un pais en el que no hacer lobby profesional supone estar condenado a no existir. A los colegiados son a los que hay que dar las gracias por su apoyo durante estos primeros 35 años que serán muchos más en el futuro. La geología en España esta sólo en sus comienzos. Falta mucho trabajo por hacer y muchos más profesionales bien preparados como los que van saliendo últimamente.
Parafraseando las palabras de “Una monarquía renovada para un tiempo nuevo” que pronunció el nuevo Rey Felipe VI en su discurso de proclamación, los geólogos también deseamos “Un tiempo nuevo para una nueva política geológica”. Conviene recordar, para aquellos geólogos jóvenes que se han incorporado al Colegio recientemente, que Felipe VI es geólogo honorífico, una distinción que le concedió el ICOG hace unos años. Todos esperamos que la sensibilidad que ha manifestado hacia muchos colectivos sociales en difícil situación como jóvenes sin trabajo, víctimas del terrorismo, desempleo, etc., la tenga también hacia los profesionales, una actitud que ya ha tenido en muchas ocasiones. Pero la política no la hace el Rey, la hacen los políticos, y eso es lo que hay también que renovar; la ciudadanía lo ha dicho muy claro en las últimas elecciones europeas: hay que renovar la forma de hacer política y profundizar en la ética y honestidad de los gobernantes. No queremos nada privativo para los geólogos, sino una mayor preocupación por las profesiones a nivel de todo el estado y de la Unión Europea. Somos profesión regulada y eso tiene que considerarse. No vale con que se consideren las profesiones “tradicionales” como preferentes, sino que las que ya hace tiempo se entiendes como fundamentales en otros países de la Unión y en otros países desarrollados, como la geología y otras ciencias, lo sean también en España. ¡¡Esa es la auténtica renovación para un tiempo nuevo!!
Otro tema muy importante que afecta directamente a los geólogos, y que esta de rabiosa actualidad, es el debate sobre las energías renovables. Si habitualmente son los desastres naturales los que ponen a los geólogos en las portadas de la prensa, últimamente las técnicas de prospección y los permisos de investigación de estas energías esta creando una controversia que, en ocasiones, resulta un poco esperpéntica. Bien sea la técnica del fracking, las prospecciones petrolíferas en Canarias y Baleares, o el almacenamiento de gas en la plataforma Castor, están demandando continuamente la presencia de los geologos en los medios de comunicación. Desde varios puntos del territorio español se ha atendido a la prensa en su demanda de información. Prensa escrita, radios y televisiones han contactado con nuestro colectivo, bien sea en el Colegio o en otros ámbitos de la profesión. La postura del Colegio, y la de muchos otros profesionales ha sido siempre la misma; así lo manifestó en una nota de prensa sobre el tema del fracking (fracturación hidráulica) cuando, ante la creciente incertidumbre de los ciudadanos derivada de la información que aparecía en los medios de comunicación, reiteró que los proyectos y obras de investigación y explotación y el control y seguimiento de las labores de aprovechamiento de recursos energéticos mediante esta técnica, se deben ejecutar siempre en base a los principios de cautela y de acción preventiva, previstos en el artículo 191.2 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, mediante una adecuada Evaluación de Impacto Ambiental (EIA). Asimismo, el ICOG solicitaba que los proyectos de investigación y explotación, de forma clara y específica, se realicen por un equipo de técnicos especialistas en el medio natural e investigación y explotación minera por sondeos, que realicen las labores de seguimiento de la perforación y el control de la misma y las consecuencias que pueda acarrear al medioambiente. También, concluía el ICOG diciendo que los poderes públicos regulen adecuadamente el empleo de estas tecnologías para evitar que afecten a la salud humana, los bienes y al medio ambiente, particularmente, a los acuíferos.
Una cosa similar manifestó el Colegio en el tema de la “crisis” de la plataforma Castor de almacenamiento de gas. El catastrofismo sin fundamento, y manejando datos no contrastados y, en ocasiones, intencionados, de muchas personas que hablaron a la prensa, creó un estado de alarma en las poblaciones cercanas que traspasa lo razonable. Que el ministerio paralizara la actividad temporalmente ante la aparición de sismicidad (sin duda inducida por las maniobras de inyección), pareció una actitud lógica hasta que se estudiara en profundidad las causas y consecuencias de seguir con la inyección en el almacenamiento. Pero de ahí a vaticinar la catástrofe absoluta, es una posición poco seria.
Los geólogos no nos oponemos al desarrollo de las investigaciones energéticas, y mucho menos, a la búsqueda de energías alternativas, pero siempre con la cautela y buena información requerida para el ejercicio de las buenas prácticas. Son tiempos nuevos para una buena geología.