En pasados días hemos conocido como un evento sísmico de gran magnitud destruía varias poblaciones en el centro de Italia y, por desgracia, acababa con la vida de más de doscientas personas.

Los eventos de tipo sísmico, así como otros muchos relacionados con la naturaleza como inundaciones, deslizamientos del terreno, inestabilidad de laderas, colapsos, etc, ocurren con mucha frecuencia en nuestra vida moderna y acomodada. La mayoría de las veces pasan desapercibidos, pero otras no.

El estudio de estos fenómenos y nuestra incesante búsqueda de una vida tranquila, han llevado al desarrollo de las Geociencias como un conjunto de disciplinas que se ocupan de estudiar y mitigar o eliminar estos riesgos para mejorar nuestra seguridad.

Por ello, la comprensión de la geología en La Rioja ha ido evolucionando gracias al ingente trabajo de geólogos riojanos y foráneos desde el siglo XIX y realmente ha constituido un motor fundamental en el desarrollo económico y en la prosperidad de nuestra región.

En el pasado las Geociencias se centraron exclusivamente en la extracción y explotación de materias primas pero, de un tiempo a esta parte, se han desarrollado en el campo de la preservación del medio ambiente en todos sus ámbitos y en el estudio de las catástrofes y eventos con origen en la naturaleza, así como en su aplicación a la construcción de viviendas e infraestructuras cada vez más seguras.

Aun así, en opinión del Colegio Oficial de Geólogos, los conocimientos científico-técnicos en
Ciencias de la Tierra no tienen la suficiente divulgación entre la Sociedad riojana.

Sin lugar a dudas, la labor del geólogo se ha visto dignificada y con un claro reflejo de servicio público en estos últimos tiempos. Está claro que nuestro futuro como Comunidad estará marcado por una población creciente que espera una mayor prosperidad siempre con un acceso ambientalmente más amigable a nuestros recursos y una mayor seguridad frente a las catástrofes naturales. Ese es el campo de actuación de los profesionales de la geología.

A nivel estatal y autonómico, las noticias relativas a asuntos de índole geológica en los medios de comunicación han permitido que se conozca la cada vez más necesaria labor del geólogo. A veces estas noticias son debidas a los efectos de catástrofes naturales como terremotos, volcanes, inundaciones o grandes deslizamientos del terreno que, lamentablemente, cuestan muchas vidas humanas. Otras veces, son noticias relativas a avances en investigación y desarrollo técnico para predecir dichos eventos y poder contar con márgenes de maniobra suficientes para evacuar a la población o para crear normativas sobre construcción sismoresistente.

La Rioja, si bien no es una zona altamente sísmica, aunque históricamente ha sufrido diversos eventos sísmicos de diferente virulencia como el terremoto de Arnedillo de 1817, el de Turruncún de 1929 o el de Aguilar de 1961, entre otros muchos de menor magnitud, sí es un área de importante problemática en lo que a recursos hídricos y de uso del suelo se refiere. Sus riesgos asociados (por ejemplo, inundaciones, deslizamientos, desprendimientos, colapsos, etc), nos llevan a la necesidad de contar con infraestructuras cada vez más seguras.

El objetivo de la ciencia en general y de las Geociencias en particular y, por extensión, de los geólogos, está en ayudar a hacer frente y solucionar problemas como los descritos que afectan directamente a la sociedad y esto sólo es posible con una fuerte base científico-técnica geológica actual y futura. Por ello, siendo La Rioja una comunidad que siempre ha destacado por estar en la vanguardia de las regiones más avanzadas de Europa en múltiples aspectos, desde el Colegio Oficial de Geólogos se cree necesaria una mayor presencia de las Geociencias en la Administración y en la Educación Secundaria y Superior de nuestra Comunidad.

Así pues, se debe continuar trabajando para asegurar una política de la ciencia aplicada que sea prioritaria para nuestro gobierno autonómico, donde existan medios y financiación necesaria para desarrollar una base de investigación y trabajo geocientífico, así como el empleo de geólogos en la educación geocientífica de las actuales y futuras generaciones.

Para terminar, el Colegio de Geólogos sigue creyendo más que nunca que es necesaria la creación de una Oficina de Coordinación Geológica de La Rioja. Aglutinar en un solo organismo la gestión y control de todas las disciplinas de Ciencias de la Tierra mejoraría el conocimiento de nuestros riesgos naturales y con ello la seguridad de los ciudadanos de La Rioja. Coordinar esta base de conocimiento riojana con las bases de datos de organismos
similares existentes desde hace tiempo en las comunidades limítrofes y con los organismos
de la administración central, como el IGME o el IGN, permitiría a La Rioja contar con herramientas suficientes para predecir posibles catástrofes naturales, como las comentadas en nuestro territorio, y preservar el estado del bienestar de la sociedad.