El Colegio de Geólogos, a favor de explorar y explotar los recursos mineros autóctonos

El Colegio propone que las administraciones regionales —las que conceden los permisos de exploración y explotación minera— cuenten entre sus equipos humanos con profesionales dedicados a las Ciencias de la Tierra y diseñen estrategias sostenibles para el uso de sus recursos minerales

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El Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) se muestra partidario de explorar y explotar los recursos mineros autóctonos para reducir nuestra dependencia de suministros del exterior.

Según datos del Panorama Minero del Instituto Geológico y Minero (IGME), en 2014 —los últimos disponibles— España importó 68.440 millones de euros en recursos minerales, de los cuales un 80% fueron recursos energéticos y un 20% (14.165 millones de euros) rocas y minerales industriales y minerales metálicos. Estas importaciones generaron al país un déficit de 39.544 millones de euros, el 40% del cuál correspondió a rocas y minerales industriales y minerales metálicos. Por establecer una comparativa, esa cantidad representó, por ejemplo, el 60% de los ingresos por turismo nacional en 2014.

Se reduciría así la evidente dependencia de las industrias españolas de minerales foráneos

El Colegio recuerda que la decisión de investigar los yacimientos minerales o reabrir una mina depende “en gran medida de las fluctuaciones cíclicas de los precios mundiales de las materias primas y de la investigación y el conocimiento de los yacimientos”. Debido a “la evidente dependencia de las industrias españolas de la importación de minerales foráneos, nuestro país debe aprovechar y hacer uso de sus propios recursos” asegura el ICOG.

Proyectos mineros activos

Con respecto a los diferentes proyectos mineros que están actualmente activos en nuestro país, el Colegio opina que es “positivo investigar y, si es posible, aprovechar los recursos propios siempre que se respete el medio ambiente y los proyectos sean económicamente viables”.

Existen diversos proyectos mineros en marcha en España, entre otros zinc (Cantabria), uranio (Salamanca), feldespato (Ávila) o tierras raras (Castilla La-Mancha)

Para salvaguardar las máximas garantías con el entorno natural, el Colegio considera que sería positivo que las administraciones regionales, que son las que otorgan los permisos de exploración y explotación, cuenten entre sus equipos humanos con profesionales de las Ciencias de la Tierra. Asimismo se deben abordar “estrategias de recursos minerales en cada una de las comunidades autónomas, como la presentada recientemente por parte de Castilla y León o las ya existentes en la Comunidad de Castilla- La Mancha o en Andalucía”, señala el Colegio.

Recientemente se está observando un resurgimiento de la exploración minera de minerales metálicos sobre todo en regiones como Extremadura, Andalucía y Galicia. Pero también en Cantabria donde el gobierno regional ha planteado una reforma de la Ley del Suelo para volver a investigar el entorno de la mina de zinc de Reocín.

En Castilla y León, en la provincia de Salamanca, se plantea abrir una mina de uranio, en Ávila se están investigando diversos yacimientos de feldespato y en Castilla-La Mancha, en la provincia de Ciudad Real existe un proyecto de tierras raras.

“Estos proyectos tienen una fuerte contestación social local por el lógico miedo a los posibles efectos ambientales negativos que las futuras explotaciones pudieran generar”, admite el Colegio.

No obstante en algunos casos “son proyectos mineros que ya han tenido actividad y que no han planteado ningún problema medioambiental y en otros, son proyectos nuevos cuyo impacto ambiental será razonablemente mínimo si se utilizan las mejores técnicas disponibles y se controlan eficazmente con personal cualificado desde las autoridades mineras y ambientales”, argumenta el ICOG.

La seguridad de la actividad minera

“Los minerales están en determinados sitios muy concretos de la Tierra, la actividad minera es un uso temporal del territorio y solo se dedica a extraerlos de un modo sostenible y, con las técnicas actuales, pretende devolver al territorio explotado a su estado original”, explica el ICOG.

La actividad minera no tiene por qué conllevar ningún problema con el entorno, si se realiza con criterios modernos y con las máximas garantías ambientales

Por tanto, “no es posible deslocalizar los yacimientos de recursos naturales, y transferir la extracción de los recursos a terceros países sin el control ambiental que se garantiza por ejemplo en España, solo podría generar daños importantes y sin supervisión en otros lugares del planeta”, alerta el Colegio. “En estos tiempos de conciencia ambiental global, no parece muy solidario transferir los problemas que ya sabe resolver Europa a los países en desarrollo”, añade el ICOG.

Por último, el Colegio recuerda que los minerales son “fundamentales en el desarrollo de los países e imprescindibles en la vida cotidiana de las personas y sin ellos no habría ni edificios, ni carreteras, ni vehículos o incluso ni teléfonos móviles, objetos que además representan en sí  mismos un empleo sostenible de los recursos con extraordinarias innovaciones tecnológicas en los procesos y productos industriales”.