Este verano te proponemos una ruta por los geoparques de España, un tipo de turismo diferente, en contacto con la naturaleza, con nuestras raíces y con paisajes espectaculares.

Integrados en una red mundial dirigida por la UNESCO, el modelo de los Geoparques además apuesta por una estrategia de desarrollo sostenible que se basa en los valores naturales y culturales de cada territorio.

El Maestrazgo es un territorio fronterizo que se asoma a la fachada mediterránea de la Cordillera Ibérica y al somontano de tránsito de la Depresión del Ebro. Destaca por sus perfiles agrestes y por sus espacios naturales de gran valor ecológico y paisajístico. En torno al río Guadalope se teje un paisaje de montañas, crestas y cañones teñidos de color gris caliza.

Una propuesta que combina playas espectaculares con visitas a formaciones geológicas únicas. En el Geoparque de Cabo de Gata-Níjar se diferencian dos dominios geológicos absolutamente diferentes que coinciden, a grandes rasgos, con sus dos grandes unidades fisiográficas: la sierra volcánica del Cabo y la llanura litoral de la Bahía de Almería, ambas de un valor geológico excepcional.

Desde el corazón de los Pirineos, el Geoparque de Sobrarbe disfruta de un lugar privilegiado para desvelar los secretos de la formación de esta cadena alpina. En el Geoparque se puede encontrar una pieza del rompecabezas de la historia de la Tierra que está escrita en las rocas. Además de la riqueza geológica, incluye un extraordinario patrimonio ecológico como reservas naturales, flora y fauna autóctona así como cultural y cultural (arte, folclore y gastronomía).

Este Geoparque es un territorio montañoso en el corazón de las cordillera Bética, donde los antiguos fondos del mar de Tethys son modelados por el karst. Las series de rocas mesozóicas albergan abundantes restos de invertebrados marinos, el reino de los ammonites. La geología es uno de los aspectos más sobresalientes del paisaje de la Subbética. Los tajos y escarpes grises de roca calcárea destacan entre relieves alomados de naturaleza arcillosa.

El Geoparque de la Costa Vasca es un pequeño territorio encajado entre el mar Cantábrico y las montañas vascas, conformado por los municipios de Zumaia, Deba y Mutriku. A primera vista, el Geoparque destaca por la armonía de las diferentes tonalidades de verde de los pastos y bosques que se suceden desde la línea de costa hasta tierra adentro. Pero el verdadero interés de este lugar se encuentra en sus entrañas. La Geología es la verdadera protagonista de un paisaje que guarda la historia de algunos de los episodios más impresionantes de la historia reciente de la tierra escritos sobre el flysch de Zumaia, la joya de la corona.

El Geoparque Sierra Norte de Sevilla se sitúa en las alineaciones montañosas de la región central de Sierra Morena, entre las zonas geológicas de Ossa-Morena y Sudportuguesa del Orógeno Varisco Ibérico (o Macizo Hespérico).  Las grandes dimensiones del geoparque y su riqueza geológica, arqueológica y minera, ha posibilitado el recopilar hasta ahora múltiples ‘Puntos de Interés Geológico’ y varias Rutas Geoturísticas de corto a medio recorrido. El complejo kárstico y la mina de El Cerro del Hierro son algunos de sus principales atractivos.

El Geoparque de Villuercas-Ibores-Jara es un macizo montañoso de amplia extensión, 2.544 km2 de superficie, situado en el sureste de la provincia de Cáceres, entre las cuencas del Tajo y del Guadiana. Su mayor altura es el “Risco de La Villuerca” (1601 m), y desde su cima se ofrece una magnífica vista que incluye las cadenas montañosas, los valles, las rañas y Guadalupe, al sur, con el Real Monasterio como seña de identidad. Es una opción ideal para los amantes del senderismo por su variedad de riscos, gargantas, chorreras y minas.

Hace más de 36 millones de años, en el corazón geográfico de Cataluña, existió un mar que desapareció con el alzamiento de los Pirineos, en un proceso que ha dejado espectaculares formaciones rocosas y ricos recursos naturales que han definido el paisaje y la sociedad del territorio. El Parque Geológico y Minero de la Cataluña Central, que lo forman la comarca del Bages y el municipio de Collbató, trabaja activamente para la protección de su patrimonio geológico y lo integra dentro de una estrategia territorial de desarrollo económico sostenible. Cuenta con una gran cantidad de construcciones hechas con las rocas y piedras del territorio, como hornos de cal, yeso y tejares esparcidas por núcleos y bosques, así como otros elementos que constituyen el paisaje como las barracas de viña.

Esta comarca del Molina y el Alto Tajo se caracteriza por presentar un rico patrimonio geológico así como una notable geodiversidad. Destaca la presencia de importantes series estratigráficas paleozoicas (Ordovícico y Silúrico) y mesozoicas (Triásico, Jurásico y Cretácico), la amplia variedad litológica, la existencia de diversos yacimientos mineralógicos y paleontológicos, diferentes ámbitos tectónicos y una gran diversidad geomorfológica que se traduce en la variedad de los paisajes presentes en el territorio. Por citar tan sólo algunos ejemplos, destacan la sección del Silúrico inferior, que constituye un referente bioestratigrafico mundial; la sección del límite Toarciense-Aaleniense de Fuentelsaz, uno de los tres Global Boundary Stratotype Section and Point (GSSP) ubicados en España y aprobado por la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS); los árboles fósiles pérmicos de la Sierra de Aragoncillo; la localidad-tipo del aragonito; la sección Pérmico-Triásico del Barranco de la Hoz; o los pliegues de Orea y Cuevas Labradas.

La isla de El Hierro puede presumir de poseer una gran riqueza en biodiversidad y valores geológicos en sus 278 km cuadrados. La epopeya geológica de El Hierro se inició hace unos 100 millones de años, cuando el fondo del océano comenzó a abombarse debido al incontenible empuje del manto. Finalmente, la corteza acabó por romperse de un modo muy característico, agrietándose en forma de estrella de tres puntas. Por las grietas empezó a fluir el magma que, por sucesivas erupciones y apilamientos, fue levantando el edificio insular hasta que éste emergió finalmente del océano formando una imponente pirámide triangular coronada por un volcán de más de 2.000 metros de altura. Las grietas iniciales se convirtieron en conductos de emisión de lava que dieron paso a las tres cordilleras dorsales sobre las que se alinean numerosos conos volcánicos. Los amantes de la vulcanología tienen en El Hierro una visita obligada.

Este último Geoparque se localiza en las islas del Archipiélago Chinijo y Lanzarote. Son islas volcánicas oceánicas cuya particular situación geográfica y climática permite la observación en superficie de multitud de estructuras volcánicas, sedimentarias y erosivas, con un elevado grado de conservación, que difícilmente pueden encontrarse en otras islas volcánicas oceánicas. La escasez de lluvias, la temperatura homogénea a lo largo del año, el régimen de vientos y la ausencia de vegetación crean las condiciones necesarias, junto con un sustrato geológico que abarca un gran intervalo temporal, para hacer de este Geoparque un verdadero museo al aire libre donde todos los rasgos geológicos constituyen un magnífico recurso didáctico para comprender los diferentes procesos que configuran el paisaje que vemos actualmente. Se pueden encontrar edificios volcánicos complejos, volcanes monogenéticos, coladas de lava con todas las morfologías posibles, grandes mantos de piroclastos, vertiginosos acantilados, valles, playas, dunas fósiles, etc