• La aceleración de la gravedad en Lorca fue de 0,36 g, mientras que en el país andino ha sido de 0,3 g.
  • La Norma Ecuatoriana Sismorresistente (NEC) desde 2001 no se cumple de forma generalizada: existen un 70% de viviendas de carácter informal que no siguen sus directrices, por lo que devastación ha sido muy importante.
  • El Colegio de Geólogos recuerda que sigue sin actualizarse la norma sismorresistente en España, a pesar de que España tiene un riesgo sísmico moderado

El terremoto de Lorca de 2011 tuvo una aceleración del suelo mayor que la del terremoto de Ecuador. Sin embargo, el sismo de Lorca sólo ha afectado de forma importante a la ciudad  de Lorca, y en Ecuador ha afectado a una región mayor, similar a la región de Murcia. Esto significa que aunque “en España tenemos un riesgo sísmico moderado no estamos exentos de grandes sacudidas como las que han devastado Ecuador”, alerta Luis Suárez, presidente del Colegio de Geólogos.

Según el profesor de Geodinámica de la Universidad Complutense, José J. Martínez, la aceleración del movimiento del suelo en Ecuador ha sido muy alta, 0,3 g de aceleración de la gravedad, pero en Lorca fue de 0,36 g. “Esta cifra significa que si un edificio impacta contra la Tierra lo haría a un tercio de la aceleración de la gravedad, algo devastador”, recuerda Suárez.

Actualizar la norma sismorresistente en España

Por eso, el Colegio de Geólogos vuelve a poner el foco en la importancia de actualizar la normativa sismorresistente en España. “En Ecuador la devastación ha sido mayor porque las construcciones son muy precarias, el 70 % de las edificaciones se construyen sin aplicar las directrices de la norma antisísmica”, explica Suárez.

Sin embargo, el Colegio recuerda que en España no se ha actualizado la norma sismorresistente, después del terremoto de Lorca. “Propusimos un decálogo con 10 medidas a implementar para prevenir el riesgo sísmico en España y no se han implementado ninguna”, explica.

A parte de la norma sismorresistente, se requería la realización estudios de peligrosidad sísmica, obligatoriedad de los mapas de riesgo o reformar la Inspección Técnica de Edificios (ITE), pero todavía no se ha hecho nada”, lamenta el Colegio de Geólogos.