Texto:  Marino Insúa Márquez y  José Antonio Obis Salinas.

ANTECEDENTES

A comienzos de 1982, el Instituto Nacional de Industria (INI) organiza una muestra en Indonesia para la presentación de sus distintas actividades. A ella acude ENADIMSA como empresa dedicada a la exploración geológico‐minera e ingeniería medioambiental y minera.

ENADIMSA buscaba también oportunidades para los planes estratégicos cuyo objetivo era la localización de suministros de materias primas y carbón (PENAMP y PEN) que las Cortes le había asignado.

Con este fin, establece contacto con PT Batubara, empresa pública indonesia a la que el estado indonesio había adjudicado el dominio minero del carbón en Kalimantan (Borneo), y cuyo objetivo era la búsqueda de compañías que pudieran comprometerse en el desarrollo minero de la zona, ofreciendo a ENADIMSA un área de 1.500 Km2 situada en Kalimantan Selatan (Borneo Sur) y denominada Bloque 8.

Como paso previo, a mediados de febrero de 1982, técnicos de ENADIMSA se desplazan a Kalimantan para visitar y valorar la zona ofrecida.

Se visitaron grandes afloramientos de carbón, en el lecho de arroyos en la zona de Tutupan, en los que era complicado medir la potencia de las capas por la dificultad de determinar el rumbo y buzamiento debido a la existencia de una densa diaclasación (“cleats”).

Las capas de carbón visitadas aparecían como paquetes masivos, compactos y sin intercalaciones de otros materiales ni aparentes cambios de calidad lo que, si bien, por una parte era positivo, por otra dificultaba el conocimiento de su posición espacial.

Con la visita una cosa quedaba clara, que los afloramientos exhibidos en un documento, al que se accedió posteriormente, podrían ser aceptados sin reparo.

Se pueden observar las dos familias de "cleats". El afloramiento sea adentra varias decenas de metros aguas arriba del arroyo.
Se pueden observar las dos familias de «cleats». El afloramiento sea adentra varias decenas de metros aguas arriba del arroyo.

Finalmente existía una zona en la prolongación sur de la anterior, llamada Warukin, en la que existía información (proveniente de sondeos) sobre una capa de 40m, si bien se localizaba en un área de explotación de petróleo.

Las muestras de carbón recogidas se llevaron al laboratorio del INCAR, y fueron las primeras muestras del Gondwana meridional que se recibían. Un polizón viajó en la muestra: al vaciarla sobre la mesa los trozos de carbón empezaron a moverse, hasta que apareció un escorpión negro de unos 4 cm.

Una vez analizadas las muestras, se evidenció un carbón excepcionalmente bajo en azufre y cenizas (0,1 y 1% respectivamente). Como la calidad y cantidad de carbón previsible así como la facilidad de explotación deducible resultaba conveniente para los objetivos del PEN, se redactó el correspondiente proyecto de investigación que fue presentado al Comité de Supervisión del PEN para la investigación de recursos energéticos, el cual aprobó la iniciación de los trabajos en su reunión de septiembre de 1982 (acta nº 24).

Una vez obtenida dicha aprobación, y como requisito de la legislación indonesia, se creó una filial con sede en Yakarta (P.T. ADARO INDONESIA). El 16 de noviembre de 1982 se firmó con P.T. BATURA el oportuno contrato de cesión de los derechos mineros del Área 8 a PT Adaro Indonesia.

Las condiciones del contrato eran la concesión para la Prospección General, Exploración y Estudio de Factibilidad por un periodo de 5 años, con prórroga de 2 años y otra a convenir según avances. Después 3 años para la construcción de la mina e infraestructura y, finalmente, 30 años prorrogables para la explotación. La superficie del  área a investigar era de 1500 Km2.

TRABAJOS DE CAMPO. PROSPECCIÓN GENERAL. VISITA A ARROYOS

Los trabajos de prospección se iniciaron en marzo de 1983 y el informe final, incluyendo estudio minero de explotación y de transporte del carbón a puerto, se presentó en junio de 1987.

Para el inicio de los trabajos se alquiló una vivienda en el pueblo Tanjung‐Tabalong con varias dependencias donde tendría que residir el personal de ENADIMSA desplazado.

todosA la vivienda se le instaló un generador para funcionamiento de un mínimo de electrodomésticos (el suministro eléctrico sólo se daba de 6 pm a 6 am) y el agua para uso doméstico se bombeaba directamente del río Tabalong.

En los inicios el agua para consumo humano se limpiaba con zeolita (kaporit) y se hervía durante 20 minutos. Posteriormente se logró comprar agua embotellada para beber.

La vivienda tenía vigilancia las 24 horas del día y estaba asistida por 2 nativas de la misma localidad.

Se iniciaron los trabajos en 1983 visitando las dos áreas de mayor interés. Tutupan y Warukin.

El área de Tutupan se extiende a lo largo de unos 15 Km. de longitud, ocupando la ladera sur de una suave colina con elevación inferior a 100 m sobre el nivel del valle. Esta orografía condiciona que multitud de pequeños arroyos meandriformes, con separación entre ellos de 500 a 800 m, corten la serie sensiblemente normal a ella, facilitando el acceso y estudio del área en las primeras etapas de la exploración del yacimiento.

Enseguida se comprobó que las condiciones de trabajo iban a ser duras con una humedad por encima del 90% y una temperatura constante que rondaba los 30-34 grados centígrados. La entrada a la jungla era como introducirse en una sauna que inmediatamente provocaba sudoración y empapaba la vestimenta dificultando el trabajo que se tenía que realizar y haciéndolo agotador.

En un principio, la ropa utilizada en las salidas al campo cumplía con los estándares para la protección del cuerpo en relación a picaduras y sudoración. Pasado el tiempo se fue sustituyendo pensando en comodidad y bienestar corporal. Después de un mes se utilizaba pantalón corto o bañador, camisa cómoda y sandalias (e incluso descalzo en zonas embarradas) que proporcionaban un mayor agarre.

Las jornadas en campo eran ininterrumpidas para aprovechar la luz solar, por lo que se tenía que ir con comida y bebida suficiente.

También cada técnico iba asistido por cuatro peones para llevar material, comida y abrirse paso entre la vegetación de jungla.

Tutupan se ubicaba en el flanco sur de un gran anticlinal cobijante de dirección NE‐SO separado de los terrenos situados al norte por una falla que corría paralela a la colina. En su conjunto, este flanco formaba una serie monoclinal que albergaba un conjunto de capas de gran espesor en un paquete productivo de algunos cientos de metros, vertiendo al sureste y de unos 17 Km. de kilómetros de corrida.

En Warukin no resultó así, el recubrimiento impedía la exposición de las capas que unido a su problemática explotación, al ubicarse en una zona de explotación de petróleo con numerosos pozos bombeando (yesmen), se decidió dejarla para ocasiones posteriores.

Distribución de áreas productivas
Distribución de áreas productivas

Tras la decisión tomada respecto a Warukin, y tras el análisis de los datos de sísmica de refracción petrolera, se coligió que en la zona de Wara, de 3 a 5 Km. y situada de 3 a 5 Km. al norte de Tutupan, podría aflorar el paquete productivo a pesar de que allí solo constaba la presencia de un indicio de 0.90m de carbón. Tras visitarse una pequeña elevación que emergía de la sabana cubierta por el alang‐ alang (hierba de más de un metro que coloniza las zonas llanas) y siguiendo un pequeño arroyo se descubrió una capa de más de 20 m de espesor y siguiendo aguas abajo otras dos más de espesor semejante que pudieron seguirse durante un par de arroyos más en la dirección NO‐SO, para enseguida quedar ocultas bajo la sabana.

Mapa de Kalimantan con situación de Áreas I a VIII
Mapa de Kalimantan con situación de Áreas I a VIII

Este hallazgo aumentaba las ya excepcionales dimensiones del yacimiento puesta en evidencia en este viaje. El paquete productivo, de un par de cientos de metros de espesor, acababa formando una pequeña elevación de unos 30m de altura que discurría en la dirección NO‐SO. Finalmente se visitó la zona de Paringin, situada en el extremo sur del yacimiento. Allí emergía el anticlinal del mismo nombre, destacando, entre otras, una capa de unos 30 m de espesor.

En esta zona se localizaron un par de afloramientos de una especie de “chamota natural” procedente del calentamiento de la arcilla por el calor generado por la combustión espontánea del carbón. Excelente para mantener los caminos transitables tras las lluvias.

Corte geológico vertical esquemático en el Bloque 8. Kalimantan Selan.
Corte geológico vertical esquemático en el Bloque 8. Kalimantan Selan.

El acceso a la zona de Tutupan y Wara no resultaba difícil pues se disponía de dos caminos de tierra compactada, de 8 m de anchura, mantenida por los petroleros, que atravesaba las zonas de Tutupan y Wara. Una vez en ellas los caminos que discurrían paralelos a la corrida del yacimiento eran estrechos y los que podrían dar acceso a las capas prácticamente inexistentes, por lo que hubo que abrirse camino metiendo los vehículos de doble tracción campo a través y subiendo por las colinas con pendientes entre el 5 y el 20 %. Con el tiempo se creó una red de caminos que facilitó en gran manera los trabajos. La red existente y creada nos permitía volver cada noche al pueblo de residencia, Tanjung Tabalong.

Sin embargo, la comunicación telefónica era problemática ya que había que acudir a Banjarmasin, distante 250Km y nueve horas de coche, para realizar una llamada. El accidente de Cabo Cañaveral, de febrero de 1986, impidió la puesta en orbita del satélite de comunicaciones indonesio.

El sistema de trabajo fue recorrer los arroyos donde las capas aparecían limpias, anotando, situando y tomando muestras de los afloramientos encontrados en dichos arroyos.

En estos recorridos de arroyos, las dificultades de acceso obligaban a abrirse paso entre la vegetación con machete, sortear pequeños arroyos, saltándolos, vadeándolos o bien construyendo pasarelas formadas con finos troncos, produciéndose algún que otro tropezón o caída provocada por la rotura de algún grueso tronco (hueco) utilizado como puente. Enseguida se comprobó que la bota de cuero era inoperante ya que el calzado se humedecía y no se secaba. La bota de goma era el calzado ideal, aunque tenía poco agarre y producía resbalones.

puente_troncos

El acceso a la zona sur de Tutupan, de unos 5 Km., se realizaba tras salvar con los vehículos un escalón de unos 4 ‐ 5 metros de altura y 70% de pendiente. Si no se corría este riesgo no se tenía acceso motorizado a dicha zona con la perdida de tiempo que esto suponía. El ritmo de reconocimiento de arroyos, con situación y recogida de muestras, venía a ser de unos 500 m lineales/día si bien su morfología meandriforme hacía que las distancias recorridas fueran mayores. Los arroyos discurrían a lo largo de 1 a 1,5 Km.

Un día de calor agotador y tras pelear con la jungla y el alang‐alang, uno de los técnicos de ENADIMSA se bañó en uno de los pequeños estanques que solían formarse tras las grandes capas de carbón. Dos días después se “cazó” allí una pitón de 7 m. de longitud que dormitaba mientras digería un cerdo salvaje que fue decapitada por uno de nuestros colaboradores, de origen Dayak, con una enorme destreza e instinto cazador.

Tanto los arroyos como los puntos de afloramiento de capas de carbón se situaban y se referenciaban mediante cinta métrica, brújula y altímetro, (desgraciadamente en aquel entonces no existían los GPS), confeccionándose un rudimentario plano geológico a 1:5.000 cuyas curvas de nivel que se obtuvieron dibujándose, manualmente y en papel milimetrado, una ampliación de un plano topográfico 1:50.000.

Tras un estudio minero preliminar se vio la conveniencia de seguir con la exploración. En el último cuatrimestre de 1983, se inició la campaña de zanjas (calicatas) de 3‐5 m de profundidad y longitud variable (hasta más de 1000 metros) que fueron descubriendo el paquete de capas de carbón en zonas tapadas y entre arroyos.

Hay que poner de manifiesto que, debido al potente recubrimiento existente en la zona, se hizo imprescindible la apertura de calicatas de gran longitud en zonas entre arroyos donde existía una laguna de información considerable. Los materiales más resistentes a la erosión/meteorización eran las capas de carbón y materiales arenosos compactados. El carbón aparecía en el fondo de la zanja duro e inalterado. No hay que olvidar que el agua protege al carbón de la oxidación.

En estas zanjas se hacia un reconocimiento previo desde el exterior para evitar zonas con posible riesgo de derrumbe e incluso detectar algún animal que con frecuencia solía caer en ellas.

Una vez reconocidas, se hacia el recorrido dentro de ella dejando fuera personal para el caso de que se produjera alguna emergencia.

Los datos se pasaron al mapa 1: 5.000 obtenido mediante la ampliación, ya comentada, de un 1:50.000 en papel milimétrico y con ello se realizó un primer estudio previo de explotación minera a cielo abierto para 2 y 5 Mt de producción anual. Se confirmó la excepcional calidad del carbón por lo que los resultados del estudio de explotación fueron positivos y muy esperanzadores decidiéndose iniciar la exploración.

TRABAJOS DE CAMPO. EXPLORACIÓN. ZANJAS Y SONDEOS DE RECONOCIMIENTO

En 1984. se inició la campaña de reconocimiento con sondeos con toma de testigo y se siguió con la apertura de zanjas.

Se realizaron 43 sondeos con testigo en su totalidad, con una longitud de 3519 m.

El carbón aparecía compacto, de color negro casi azabache, brillante, con fractura concoidal (“barras gigantes de regaliz negro”). Al secarse, se volvía mate y algo parduzco. Los testigos de carbón se pesaban, troceaban, secaban y pasaban por varias etapas de molienda y cuarteo hasta obtener muestras de 2 kilogramos para enviar a los laboratorios de Bandung. Para la realización de estos trabajos, en la casa alquilada, que servía de residencia a los técnicos, se preparó en la parte trasera, una zona como laboratorio, trabajándose de noche que era cuando había suministro eléctrico y se podían poner en marcha las machacadoras.

El estudio de las zanjas así como el de los sondeos lo realizaban técnicos de ENADIMSA. Generalmente siempre había uno o dos técnicos durante las campañas de campo así como los 10 colaboradores locales habituales. (Chóferes.etc..)

La gran calidad del carbón se confirmaba una y otra vez manteniéndose en todas las zonas, hasta entonces, exploradas.

Ese mismo año y aprovechando la campaña de sondeos se realizó un estudio geotécnico para estimar los taludes de la explotación.

El acceso para las máquinas de sondeos no resultó difícil en la zona de Wara (predominaba la sabana), pero si en la de Tutupan donde predominaba la jungla a pesar de los caminos (más bien trochas) que se habían abierto con los coches en la etapa anterior. Las luces durante la noche en los puntos de sondeos concitaba la presencia de gran cantidad de insectos a veces de tamaño más que reseñable. Es de comentar que, al ser una jungla explotada para caucho, parte de los animales salvajes había migrado. No obstante, había que cuidarse en el paso de los arroyos por la presencia de pequeñas serpientes venenosas que esperaban en las ramas de los árboles y de las abejas que se enfadaban cuando al saltar el cauce había que agarrarse a los arbustos zarandeándolos.

Con los datos de la segunda campaña de sondeos, se revisó el estudio minero anterior, ampliando el nivel de producción a 2, 3, 5, 7 Mt/año con ratios 2 y 2,5 m3 b/t y 10 Mt/año con ratio 3 m3b/t.

TRABAJO DE CAMPO. CONFECCIÓN DEL PLANO TOPOGRÁFICO A ESCALA 1:2.000

Durante el año 1985, se continuó con la apertura de zanjas y se realizaron los trabajos para la confección de un plano topográfico a escala 1:2.000 necesario para realizar un estudio minero de detalle de explotación a cielo abierto.

Se realizó un vuelo y se tomaron 113 puntos de apoyo (puntos del terreno fácilmente identificables en la foto aérea). En la zona de sabana y jungla hubo que confeccionarlos al resultar difícil encontrar puntos naturales, para ello se instalaron cruces de plástico tras segar el alang‐alang o abrir un claro entre los árboles. El alang-alang aunque esplendorosamente verde, resultaba duro, seco y con los bordes muy cortantes, lo que hacía que nuestras espaldas, al finalizar el día, parecieran que hubieran sido arañadas.

Para situar los techos y muro de las capas de carbón, para su posterior levantamiento topográfico, se crearon dos equipos formados por nuestros colaboradores locales habituales. Los equipos se internaban en los arroyos y colocaban estacas de madera numeradas al principio y al final de las capas. Un técnico de ENADIMSA comprobaba los estaquillamientos, accediendo con relativa rapidez a los arroyos, al utilizar los “pasos” abiertos en la jungla por los topógrafos para realizar su itinerario (si bien resultaba peligroso ya que al cortar en bisel los pequeños árboles, el tronco, de unos 30‐40 cm. de altura, quedaba erguido formando en su conjunto un lecho de estacas puntiagudas).

Se pensó dar a un punto, fácilmente reconocible e inmutable, coordenadas GPS mediante satélite, pero resultaba muy caro en aquella época (500.000 Ptas). El punto no resultaba necesario, ya que la futura mina posiblemente utilizaría sus propias coordenadas.

Para acceder a todos los puntos hubo que construir pequeños puentes de madera con la consiguiente tala de árboles en la zona.

Los 11 Topógrafos y el Geodésico procedían de la Universidad de Bandung. Un topógrafo español dirigía y supervisaba los trabajos.

En ese mismo año se abrieron 6183 m lineales de zanja.

TRABAJOS DE CAMPO. SONDEOS DE EVALUACIÓN

Los trabajos de 1986, se dedicaron fundamentalmente a la perforación de los sondeos de evaluación y algunos sondeos con testigo complementarios en la zona de Wara.

Con los planos topográficos obtenidos por fotorestitución el año anterior, se eligieron las líneas de sondeos de forma que quedaran espaciadas unos 500 m entre sí. Se realizaron cortes geológicos verticales interpretados a los que se le añadía toda la información acumulada para finalmente diseñar todas y cada una de las perforaciones.

La perforación de los sondeos de evaluación se realizó con una sonda montada sobre camión de 40 toneladas de tres ejes y con tracción total a las 6 ruedas. El sondeo se realizaba con tricono y posteriormente se realizaba su testificación con sonda combinada que disponía de Calibre, Densidad y Rayos Gamma.

Debido al bajo contenido en cenizas de todas las capas, estas presentarían una radioactividad natural muy baja (casi cero) y una densidad baja, por lo que las capas quedarían claramente diferenciadas de las rocas encajantes. Este sistema permitía altas velocidades de perforación y toma de datos. La baja radioactividad del carbón llegó a confundir al operador de que la sonda de Rayos Gamma no funcionaba, al registrar varias decenas de metros con valor cero por lo que se le informó que era consecuencia de la excepcional calidad (limpieza) y gran espesor de las capas de carbón.  A veces la sonda se pegaba a las arcillas del pozo.

Para acceder a las líneas de sondeos entre jungla y sabana se abrieron 52 Km. de un camino de 4 m. de ancho con pendientes y puentes que permitieran el paso de la sonda.

En alguno de estos caminos se encontraron avisos amenazantes de población local que no estaba de acuerdo con los trabajos que se estaban realizando.

Estos caminos dos años después habían desaparecido por el efecto invasor de la jungla.

El avance de los sondeos era rápido, de unos 300m/día y realizándose entre 4, 5 y hasta 6 sondeos /día.

Este ritmo de trabajo condicionaba que se tuviera que preparar la ubicación del sondeo siguiente ante de la finalización del anterior. Esto implicaba hacer la interpretación del sondeo que se estaba ejecutando “in situ” para poder calcular la siguiente ubicación. El seguimiento a pié de sonda lo realizaba un técnico de ENADIMSA.

El horario era de de 6 am. a 6 pm., horario con luz natural. El número de sondeos fue de 216, y los metros perforados de 16700.

Como anécdota, cuando por causas ajenas a la programación se agotaban los lodos de perforación, se utilizaba cáscara de arroz o serrín que al hincharse con el agua tapaba las pequeñas diaclasas que inducían la perdida de agua en el sondeo.

EVALUACIÓN DE RECURSOS

Entre 1986 y 1987 se realizó el estudio minero definitivo con los siguientes parámetros: Se tomó una densidad de 1,19 g/cm3 para Wara y 1,25 para Tutupan y Paringin. Para el cálculo de las reservas explotables se adoptaron los siguientes taludes de corta (fijados por el estudio geotécnico):

Talud de muro: 30º en todos los casos.

Talud de techo:25 º para profundidades menores de 100m.

Los resultados obtenidos fueron: en m3b/t, que significa los metros cúbicos (en banco) de estéril a mover para obtener una tonelada de carbón.

  • Con ratio 2,01 m3b/t de carbón, un tonelaje de 278 Mt de carbón.
  • Con ratio 4,00 m3b/t de carbón, un tonelaje de 1050 Mt de carbón.

Se elaboró el informe final y se envió a la Dirección General de Minas.

En 1991 se inició la explotación de la mina a cielo abierto, alcanzando unos años después lo 40 Mt año. En la actualidad sobrepasa los 50 Mt año.

En 1994 los derechos de explotación en su totalidad pasaron a una empresa indonesia que conservó el nombre de PT Adaro.

Posteriormente la compañía explotadora elevó la evaluación de Recursos a 4.000 Mt de carbón.

COORDENADAS DE LA MINA: 2º 12' 18'' S 115º 30' 54''E para buscar la mina en GoogleEarth
COORDENADAS DE LA MINA: 2º 12′ 18» S 115º 30′ 54»E para buscar la mina en GoogleEarth