Autor: Manuel Regueiro – Secretario General del ICOG | Los acontecimientos de la vida nacional e internacional me conducen a una reflexión sobre la información de que disponemos los ciudadanos y cómo podemos interpretarla para al menor formar nuestra propia opinión. Los geólogos no hemos manifestado nuestra opinión colegiada sobre asuntos nacionales como el desastre del Prestige o internacionales como la prevista guerra contra Irak. Supongo que eso se debe a que son temas aparentemente poco relacionados con la profesión, aunque de acuerdo con el efecto mariposa nunca se sabe…

Sin embargo estoy seguro que los geólogos como ciudadanos individuales tenemos cada uno nuestra opinión personal, por eso me permito inaugurar con este comentario personal un espacio en la web del ICOG denominado OPINIÓN , en el que cada cuál pueda expresar la suya sobre lo que sea. No es un foro de debate, para eso están los foros. Pretendemos que sea un espacio para textos periodísticos de todo tipo y orientación no muy extensos y parecidos a las columnas de los periódicos nacionales.

La catástrofe del Prestige es un ejemplo de lo difícil que resulta para el ciudadano normal, bombardeado por informaciones contradictorias, decidir a qué carta quedarse, si es que le vale la pena quedarse con alguna. El Gobierno por una parte, qué insiste que lo ha hecho todo muy bien y la oposición y demás grupos al otro lado de la línea del poder, que sostienen que todo se ha hecho rematadamente mal. Analicemos todo ello desde el punto de vista científico ya que al fin y al cabo los geólogos nos basamos en datos objetivos para poder interpretar cosas mucho más peregrinas, incomprensibles y multidimensionales en el espacio y en el tiempo. En este caso los hechos objetivos son:

  1. Un petrolero cutre monocasco lleno de chapapote zozobra frente a Galicia a causa de un temporal.
  2. Los responsables deciden alejarlo de la costa.
  3. El barco se hunde y se forma una marea negra que abarca todo el norte de España.

Es evidente que dentro de una serie de millones de años la explicación será más sencilla que hoy: los niveles de chapapote intercalados en los sedimentos de la actual costa (a saber dónde estarán entonces) y que impregnan los restos en las rocas del entonces sustrato rocoso aflorante en la costa, marcarán el que se denominará Nivel Querógenico Guía del Pleistoceno/2002 y nos indicarán que hubo un evento impregnante único relacionado con algún punto del antiguo Atlántico. Es posible que las investigaciones nos lleven al fósil/pecio de procedencia cuyo estado no permitirá saber que era un barco (o si) pero si la fuente del querógeno. En todo caso los análisis permitirán descartar el origen extraterrestre del material (o no). Se estudiarán sus aplicaciones industriales y se evaluará el recurso. Los estudios darán probablemente que dada la extensión superficial el yacimiento podría resolver el problema de suministro combustible a Marte (que no tiene ni agua, por cierto). Las grandes multiplanetarias competirán por los derechos de explotación y se ganarán fortunas comerciando con ellos….

Bien, está claro que la investigación geológica habrá desentrañado parte del problema. Geológicamente no habrá responsables porque entonces como hoy la Naturaleza es impredecible….

Hoy sin embargo, los datos objetivos no me dejan ver el bosque. Sigo sin saber si era mejor meter el barco a puerto, técnicamente claro, porque en lo práctico la evidencia no deja lugar a dudas. Los actores niegan la mayor: a mi nadie me dijo nada, dice uno, yo no recibí orden alguna, dice otro; no me preguntó nadie, dicen los científicos españoles del CSIC. Hicimos lo menos malo, dicen ellos; fue una cagada, gritan otros. Y a todo esto los voluntarios cubiertos de mierda luchando a brazo partido con la contrata oficial … qué país este.

Total, pi menos erre, como diría un viejo ingeniero colega. Como gallego, lo único positivo de todo este desaguisado es que a lo mejor es verdad que hacen el Ave a Galicia y gastan dinero en infraestructuras y renuevan el país que buena falta le hace. Galicia tiene un retraso secular respecto al resto de España y esas cosa sólo se resuelven con planes e inversiones reales.

Veremos que pasa.

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Manuel Regueiro y González-Barros
Licenciado en geología por la UCM (Promoción 23. 1979). Jefe de relaciones Externas y Comunicación del Instituto Geológico y Minero de España y especialista en rocas y minerales industriales, después de 17 años en el Área de Rocas y Minerales Industriales del IGME. Máster en Liderazgo en la Función Pública 2015 (INAP-UIMP). Profesor Colaborador Honorífico tras 20 años como Profesor Asociado del Departamento de Cristalografía y Mineralogía de la UCM. Ha sido por dos veces no consecutivas, presidente de la Federación Europea de Geólogos y pasado por casi todos los cargos de la Junta de Gobierno del ICOG, desde vocal hasta Vicepresidente 1º, Presidente del ICOG en la actualidad. Actualmente miembro de los comités editoriales de diversas revistas científicas y técnicas y sigo publicando con asiduidad en revistas nacionales e internacionales en todos los temas de la geología profesional. Ha sido además miembro fundador y Secretario de la ONG Geólogos del Mundo.